Phoenix, un tributo

sábado, 31 de diciembre de 2011

Resumen del año 2011

En fin, allá vamos con el resumen. Este año 2011, la verdad, es que no ha estado nada mal. Resultados extraordinarios, misiones que comienzan sus periplos, aunque también despedidas de otros vehículos fabulosos. Y para variar, Cassini abrió el festival, en esta ocasión observando la mayor tormenta jamás vista en Saturno, que nos ha durado hasta casi mitad de año. Y por supuesto, mucho hemos podido ver allá. La fuente gigante de calor en Encélado, sobrevuelos a varios satélites, las evidencias de la rotación doble del planeta, tardando menos un hemisferio que otro, las precipitaciones de Titán y sus cambios superficiales, aunque también problemas en la propia sonda, en uno de sus instrumentos. A mitad de febrero, pudimos contemplar el extraordinario fin de misión de la sonda cometaria Stardust, que realizó su acercamiento al cometa Tempel 1 de manera exitosa. Mientras, por Marte, buenas y malas noticias. Comenzando por las buenas, gracias a todas las sondas orbitales hemos tenido muchos datos importantísimos: Dunas en movimiento, rastros de agua tras remover terreno, hallazgos de minerales inesperados, detección de depósitos subsuperficiales de dióxido de carbono helado en el polo sur gracias al radar SHARAD de la MRO, etc. Y por la superficie, el incansable Opportunity, tras casi tres años de camino desde que abandonó el cráter Victoria, por fin ha alcanzado el Endeavour, en el que tendrá trabajo durante mucho tiempo, aunque de momento estará parado para poder soportar el crudo invierno marciano. Mucho promete este accidente, y nuestro aguerrido viajero seguirá allí alerta y funcionando. Sin embargo, entre lo malo, fallos en dos de las sondas orbitales (un problema gordo en el grabador de datos de la Mars Express que la ha tenido inactiva desde agosto hasta fin de noviembre y un grave fallo en la rejilla CCD de la cámara HiRISE de la MRO a mitad de septiembre) y lo más triste: la confirmación del fin de la misión del otro MER, Spirit. Llevaba sin comunicar desde fin de marzo del 2010, y aunque esperable, no deja de ser triste. Fueron algo más de seis años recorriendo el cráter Gusev, que nos han dejado a cambio un planeta completamente diferente a como era antes de su llegada en el 2004. S in duda la echaremos de menos. Por otro lado, en la ISS ya se han quitado el casco de la obra. Por fin las obras en el gran mecano espacial se terminaron, a la vez que los ya míticos transbordadores han dejado de volar. Las tres últimas misiones de estos insignes vehículos han sido magníficas, cerrando una época apasionante de la conquista del espacio, aunque nos tememos que no podrá volver en mucho tiempo. Y por fin, este año nuestra querida Messenger alcanzó la órbita de Mercurio impecablemente, y lleva desde abril en tiempo de tarea principal, y ya tiene autorizada la extendida. Gracias al tiempo que lleva allí, prácticamente el 98% del planeta está cartografiado, y otros datos valiosísimos de este bellísimo astro nos han llegado, para intentar entenderlo mucho mejor. Dawn, por otra parte, en julio comenzó a orbitar su primer destino: Vesta. Sin duda, este astro es un lugar intrigante, espectacular, castigado, enorme, y todavía le queda allí la mitad de su tiempo de exploración antes de que se largue camino de Ceres. Y este es el año en el que hemos podido ver el Sol al completo, gracias al dúo Stereo. Gracias a sus trayectorias opuestas, por fin somos capaces de estudiar lo que ocurre en Helios en el lado que desde aquí no podemos ver. Aunque no es lo único que las sonda solares nos han proporcionado. Acabando en Venus, la tímida pero resultona Venus Express sigue con su silenciosa tarea, estudiando el vortice polar sur, evidenciando que su centro no está en el polo geográfico. En cuanto a las que siguien de viaje, Rosetta ha entrado en la hibernación, de la que despertará en el 2014, y New Horizons, la sonda a Plutón, Caronte, y el cinturón de Kuiper, ha atravesado la órbita de Urano, y sigue alerta a lo que ocurre donde le rodea. En otro orden de cosas, este año también se han iniciado mu chos proyectos apasionantes. En agosto la sonda joviana Juno, que
promete investigar al hermano mayor del sistema como nunca se ha hecho, se puso en camino de manera exitosa. El tándem GRAIL, diseñadas para realizar el mapa gravitatorio lunar más exacto de la historia, despegó el día 10 de septiembre, llegarán a Selene una hoy, la otra mañana, para realizar su tarea de 90 días de duración a partir de marzo del 2012. Y por último, el todoterreno más grande y ambicioso que la NASA ha preparado para recorrer
la superficie marciana, es decir, Curiosity, ya se encuentra en la ruta hacia el planeta rojo, a donde llegará el 6 de agosto al crater Gale. Aunque otra con destino a Marte, la rusa Phobos-Grunt, lanzada a principios de noviembre, ha quedado varada y con problemas gravísimos en órbita baja terrestre. Su contacto es intermitente, y es probable que caiga a la Tierra a mitad de enero. Lo peor es que con ella comparte destino la minisonda china Yinghuo-1, que también se podría perder. El drama marciano vuelve a golpear con fuerza a la nación rusa. Por otro lado, gracias al telescopio Kepler, estamos encontrando multitud de planetas, de muy diversos tamaños y condiciones en una región diminuta del espacio. Algo extraordinario. Y todo lo que nos espera en el 2012: Más Cassini por el señor de los anillos, el séquito marciano a lo suyo, la llegada de Curiosity para unirse a la cohorte de sondas, la misión de GRAIL, Messenger y su labor extendida, el fin de la misión de Dawn en Vesta y su inicio del viaje hacia Ceres, y el lanzamiento de la última estructura para la ISS. Es posible que no prometa tanto como este año que está a punto de acabar, pero esperamos que también sea fértil en grandísimas noticias. Y desde luego, estaremos aquí para relatarlo.

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