domingo, 31 de marzo de 2019

Ventana al Espacio (CXX)


Las "constelaciones" del cielo en rayos gamma, cortesía de Fermi.

Para más información, aquí.

lunes, 18 de marzo de 2019

Por si no lo sabíais...

Aunque los medios de comunicación hablen poco de lo que sucede allí arriba, han pasado muchas cosas. En órbita terrestre, en Marte, alrededor de dos asteroides, y en la Luna. Si, son unas cuantas cosas, de modo que empecemos.

Empezamos en Marte, naturalmente, con dos focos de atención primordiales. Como se recordará, el pasado día 26 de noviembre la sonda InSight amartizó con éxito en una zona marciana llamada Elysium Planitia, a unos 560 km. al sur de donde trabaja el rover Curiosity. A estas alturas ya lleva trabajando 109 soles, y sus dos instrumentos principales ya están en el suelo marciano. Ya dijimos que no es una misión que vaya a dar grandes titulares de inmediato, y lo cumple. Con todo comprobado de que estaba en buen estado, el primer instrumento, el sismómetro SEIS fue depositado en el suelo marciano en el Sol 22 de estancia marciana, pero antes, demostró lo sensible que es al registrar los vientos soplando en la zona de aterrizaje. La segunda pieza del sistema, el Escudo de Viento y Termal, no fue colocado hasta casi dos meses después (Sol 66),
tiempo durante el cual tuvo tiempo de prepararse para funcionar sobre la superficie. Usando el brazo robot se tiró del cable para reducir al máximo las interferencias, y después se accionó el sistema de nivelado para poner derecho el aparato, compensando la inclinación de 5º del terreno. Con todos los elementos de SEIS en el suelo, le llegó el turno de la sonda de calor HP3 en el Sol 76, para, a los pocos días, comenzar a enterrarse. La punta comenzó a penetrar bien, 20 cm. en 5 minutos, pero de inmediato se topó con obstáculos. Aunque en las pruebas en Tierra el sistema fue capaz de rodear obstáculos o hacerlos a un lado, en esta ocasión se ha quedado parado por algún impedimento. Después de dos fases de martilleado, solo ha profundizado aproximadamente 30 cm., quedando inclinado con respecto a la vertical en 15º. Sospechan de un obstáculo o que la punta, que mide entre 40 y 50 cm., está encajada en su carcasa. Para dar tiempo a investigar lo que ha pasado, se ha optado por parar las perforaciones durante dos semanas, que se consumirán en breve. Y como último detalle a mencionar, sus sensores meteorológicos nos están enviando regularmente información. Además, a diferencia de otros sensores meteorológicos, la abundancia de almacenamiento de a bordo permite a los sensores (el de presión y los de viento) tomar datos de forma continua, lo que es un beneficio añadido, porque permitirá registrar las variaciones diurnas en los patrones meteorológicos. En cuanto al brazo, ahora que su función principal ha acabado, podrá ser usando para apuntar la cámara que posee para poder captar panorámicas del área de aterrizaje (InSight cayó en un cráter rellenado del talco marciano), además de permitir realizar experimentos en el mismo suelo. Para Curiosity, es el Sol número 2351, por lo que ya es el segundo vehículo de superficie más longevo. Sin embargo, lleva semanas arrastrando problemas informáticos. Desde el Sol 200 llevaba funcionando con el ordenador del lado B, pero durante operaciones de rutina empezó a sufrir problemas, impidiendo almacenar información. Para seguir con las tareas, se pasó al ordenador del lado A, con el que ha estado funcionando hasta hace breves soles, que se reinició sin motivo. Ahora está funcionando con el lado B de nuevo, y mientras se realizan tareas científicas suaves, se revisa que anda mal con los dos. El del lado B parece estar en la memoria flash, por lo que secciones de ella han quedado aisladas. Sobre lo que provocó el reseteo del lado A, se sigue investigando. Con algo más de 20 km. recorridos por la superficie marciana, ahora se encuentra en una zona arenosa, con escasez de
rocas, en una zona que, desde la órbita, ofrece señales de minerales arcillosos, una de las razones de escoger el cráter Gale. Y todo esto, a medida que asciende el Aeolis Mons, el montículo central del cráter. Todo desplazamiento está mediatizado por el estado de las ruedas que, de las seis, las que en peor forma están son las centrales. Todavía le queda camino que recorrer. 

Fuente: JAXA, Universidad de Tokio y Colaboradores
De los asteriodes, mucho que contar. En torno al asteroide Ryugu está la sonda japonesa Hayabusa2 desde finales de junio del año pasado. Desde ese tiempo hasta ahora no ha estado de brazos cruzados, sino todo lo contrario, descendiendo desde su "campo base" a 20 km. de altitud a pocos metros de su superficie, y varias veces, algunas para indagar cómo es este pequeño objeto a corta distancia, y otras, para liberar pequeños complementos de superficie, primero los MINERVA-II1 el 21 de septiembre, y después le tocó a MASCOT el 3 de octubre. Los tres vehículos funcionaron bien, entregando tanto imágenes como datos de la superficie que aún se están analizando. Sin embargo, lo importante era la recogida de muestras. Estaban previstas tres, pero Ryugu tenía otros planes. Su superficie es demasiado pedregosa, y los lugares planos y carentes de obstáculos escasas, y de las pocas que había, alguna dejaba un margen muy estrecho. Eso no ha impedido que, finalmente, Hayabusa2 descendiera hasta una pequeña zona del asteroide, de 6 metros de diámetro (tanto como la envergadura de la sonda) y consiguiera una muestra. Una vez analizado todo, parece que este primer intento ha permitido recoger una buena muestra. Lo próximo es lanzar el pequeño experimento de impacto SCI, y si hay suerte, intentar una segunda operación de recogida de muestras en la zona a agredir. La tercera se descarta por completo. Y para noviembre, o por ahí, iniciar el camino a casa. Mientras, la misión de la NASA OSIRIS-REx, después de llegar al asteroide Bennu el pasado 3 de diciembre, se puso a trabajar. Lo primero tras la llegada fue una investigación preliminar con parte de la
instrumentación, lo que dio un primer descubrimiento: de algún modo, tiene agua atrapada en los minerales. Tras ello, tocó entrar en órbita, maniobra ejecutada con éxito, convirtiendo a Bennu en el objeto más pequeño del sistema solar que ha sido orbitado por un objeto artificial. Esta fase, denominada Orbital A por la gente de la misión, orbitando entre 1.6 y 2.1 km. alrededor de Bennu, ha sido una operación para comprobar que la navegación basada en la geografía del asteroide es posible, y lo es, pero además, se ha podido constatar que esta órbita es más estable que lo previsto, permitiendo ahorrar combustible. OSIRIS-REx abandonó la órbita el pasado día 28 de febrero, y ahora está en pleno modo científico, en una fase denominada Exploración Detallada: Diamante de Baseball, destinada a obtener la cartografía total del asteroide, junto con la topografía, en blanco y negro y a color. Esta fase durará hasta comienzos de abril, para pasar a la fase de Estaciones Ecuatoriales. Como en Ryugu, la superficie de Bennu es muy rocosa, con pocas zonas expuestas libres de objetos voluminosos, lo que supondrá escoger la zona en la que recoger muestras algo muy complicado. Pero no ha hecho más que empezar. 

Por la Luna, saturación. De un objeto olvidado a uno en el que centramos nuestra atención. A LRO, a las microsondas ARTEMIS y a la sonda de superficie Chang'e 3, se le ha unido el lander Chang'e 4. Misión histórica porque, por primera vez en la historia, hemos alunizado en la cara oculta lunar. Si no se había hecho antes, fue por falta de motivación. Antes del envío del lander y el rover, se hizo necesaria la colocación de un satélite de retransmisión de datos, un vehículo lanzado el mes de mayo del año pasado y llamado Queqiao, que está aparcado en el punto de Lagrange L2, situado a 1.5 millones de km. de la Tierra en dirección al sistema solar exterior. Desde ahí sirve como puente de comunicaciones para los dos vehículos enviados y, si alguien se atreve, también para cualquiera que mande otro vehículo a esa zona inexplorada de Selene, porque trabaja según los protocolos
internacionales de transmisión de datos. Para Chang'e 4 y su rover de acompañamiento, Yutu-2, que son repuestos de la misión anterior, mejorados gracias a la experiencia acumulada, el viaje ha transcurrido sin problemas, llegando a la órbita lunar el 12 de diciembre después de su lanzamiento el día 8 del mismo mes, para esperar aproximadamente un mes para el alunizaje, completado con éxito. Han superado el tercer día lunar con éxito, y sin sorpresas, Yutu-2 ya ha recorrido más trozo lunar que su antecesor, que se quedó paralizado por problemas técnicos. La zona de aterrizaje es el Cráter Von Karman, cerca de la
cuenca Aitken del polo sur lunar, lugar célebre por tener muchos cráteres en sombra permanente y, por ello, almacenando hielo de agua bajo el regolito. También Queqiao tendrá su misión científica, ya que porta un instrumento de radio astronomía, cuyas antenas se desplegarán pronto. De camino está la primera misión privada a la Luna, el lander israelí Beresheet (Génesis en hebreo), de la compañía SpaceIL. Originalmente como parte del concurso Google Luna X-Prize (quedó desierto el año pasado) la compañía decidió seguir adelante, simplemente para demostrar que podían. Solo porta un instrumento (un magnetómetro) y cuenta, además, con una cámara, y un retroreflector láser,
cortesía de la NASA. Este lander fue lanzado el pasado día 22 de febrero, y está realizando diversas maniobras a la Tierra con la tarea de aumentar la distancia en el apogeo para así acercarse a la Luna y entrar en su órbita, para después alunizar en alguna parte del Mare Serenitatis el próximo día 11 de abril. No se espera que dure demasiado en funciones, solo cuatro días terrestres en la superficie selenita. Y con su lanzamiento cerca (puede que tan pronto como abril) toca la misión de ISRO Chandrayaan-2, formada por un orbitador, un lander (Vikram, valor en sánscrito) y un pequeño rover (Pragyan, sabiduría). Una vez en el espacio, harán un trayecto similar al de su antecesor, para quedar luego insertados en órbita lunar, para después separarse y mientras el orbitador se quedará en una órbita circular a 100 km. de altitud, el conjunto lander-rover descenderá a una zona próxima a los 70º latitud sur lunar, con una misión esperada de al menos un día lunar. Serán puestos en el espacio por el lanzador más potente de ISRO, el GSLV Mk. III, que hasta la fecha solo ha volado tres veces, pero tiene capacidad de situar, en órbita baja terrestre, hasta 8000 kg. Esta misión lleva múltiples retrasos, por lo que no os extrañe que la fecha actualmente fijada no se cumpla.

Desde los confines del sistema solar, o más sencillamente, desde la porra, dos noticias, una gorda y casi inesperada, y la otra esperada, pero fascinante. La gorda la proporcionó la veterana Voyager 2, porque el 5 de noviembre la sonda cruzó al espacio interestelar, el segundo objeto en conseguirlo. Los datos de ésta casi coinciden con las de su hermana, pero la segunda cuenta con una herramienta que en Voyager 1 claudicó en el 2007, el instrumento de Ciencia de Plasma PLS, que sin duda dará más y mejores datos de esa región del espacio. Curiosamente, Voyager 2 registra menos rayos cósmicos procedentes del Sol que su hermana, y el conteo de los que proceden de la galaxia es mayor también. Algo tendrá que ver con sus rutas. Y la noticia esperada, pero fascinante, es la que produjo en año nuevo New Horizons al
acercarse al objeto del cinturón de Kuiper 2014 MU69, apodado Ultima Thule. De momento es poco lo que sabemos de este curioso lugar (es lo que tiene la distancia, reduce el ratio de transmisión), pero lo que sí poseemos nos enseña un objeto binario, con marcas claras, algunos fosos, ciertos cráteres, y lo más sorprendente: una forma casi plana. De color es casi como la mancha rojiza que corona Caronte, y su tamaño es aproximadamente como se calculaba. La información nos llega a cuentagotas, muy a cuentagotas, y no tendremos todo hasta pasados 20 meses. Toca sentarse y esperar. Lo mejor está por llegar. 

Y en órbita terrestre, era nueva. El programa tripulado comercial de la NASA al fin ha dado su primer salto al espacio con la misión Demo-1 para la variante tripulada de la nave Dragon de SpaceX. Desde la histórica plataforma 39A de Cabo Cañaveral, un lanzador Falcon 9 totalmente nuevo puso en órbita la nueva nave, y 24 horas después ésta se acopló con éxito a la ISS, la primera vez que una nave espacial americana realiza un acoplamiento automático. A bordo, 181 kg. de suministros, un maniquí (cargado de sensores) vestido con el traje de presión diseñado por la compañía, llamado "Ripley", y un muñeco muy gracioso, como "detector de microgravedad". En total, la nave estuvo 5 días acoplada a la estación, con la dotación (de tres astronautas
en aquel momento) entrando y saliendo para hacer comprobaciones y sacar y meter cosas. Con su misión de prueba concluida, la nave se desacopló sin problemas, y tras la reentrada, amerizó en la costa de Florida, bastante tostada. Lo que toca ahora es el análisis de cómo la nave ha respondido, y dependiendo de cómo vaya, la primera misión tripulada (Demo-2, con dos astronautas), prevista para julio, podría ocurrir según lo previsto, o podría aplazarse. El destino de la nave de Demo-1 es ser revisada, y luego realizar una prueba de abortamiento en vuelo. Para la segunda compañía, Boeing, el camino es similar, con un vuelo no tripulado de su nave Starliner para abril, y después, si no pasa nada raro, un vuelo de prueba tripulado para agosto, aunque antes habrá una prueba de abortamiento en plataforma, para las próximas semanas.

Naturalmente, han ocurrido muchas cosas más, como el lanzamiento y primer crucero a impulsión de BepiColombo, el primer perihelio de Parker Solar Probe (el segundo toca el próximo 4 de abril), la llegada de una nueva dotación a la ISS, y un montón de noticias procedentes de los telescopios espaciales. Pero si debemos acabar de alguna forma, es para recordar que, después de un silencio que se prolongaba desde el pasado 10 de junio, la NASA ha declarado como concluida la misión del Mariscal de Marte, Opportunity,
tras 5111 Soles de funcionamiento exitoso, y más de 45 km. recorridos por las tierras de Meridiani. Prometemos hablar de este gigante de la exploración espacial en la extensión que merece, pero aún no. Aún no.

Que no se informe no quiere decir que no ocurran cosas. Creemos que es nuestro deber informar de estas cosas, y así lo hemos hecho. Si de aquí a unos meses queréis otra ronda, por favor, solicitadlo.