jueves, 30 de septiembre de 2021

Ventana al espacio (CL)

 

La galaxia Sextans A, desde Herschel, GALEX y el conjunto VLA.

lunes, 20 de septiembre de 2021

Misión al planeta Tierra: Landsat 9

No es nuestra intención repetirnos, no. Ya hablamos de Landsat en su día, con motivo del despegue de Landsat 8. Más de ocho años después, han pasado muchas cosas, y en unos días, un nuevo ejemplar, el noveno, quedará situado en órbita para continuar la tarea.


Landsat 8
introdujo este programa en el nuevo siglo, con sus sistemas a la última y con una calidad difícil de igualar. Tras su despegue en febrero del 2013, se convirtió en el satélite principal, permitiendo la jubilación del veteranísimo Landsat 5, y trabajando en coordinación con Landsat 7 y Earth Observing-1. Lamentablemente, también perdimos éste último, en el 2017, quedando nada más que los dos Landsat, orbitando a pocos minutos el uno del otro. Pero hay que entender que Landsat 7 no es un jovencito, ya tiene 21 años en órbita, y con sus problemas (en cada escena, pierde hasta un 25% de los datos por una avería en el sensor), por lo que su retiro está ya próximo. Ya comentamos que existe otro programa que tenía objetivos similares, el francés SPOT, pero ahora estos satélites se han pasado a la muy alta resolución, de 2.5 metros, por lo que se han salido de la ecuación. Eso hizo que Landsat se quedase solo… hasta la llegada de los satélites Sentinel-2. Gestionados por la ESA en

nombre del programa Copernicus de la Comisión Europea, esta constelación comparte mucho con Landsat, desde objetivos hasta la cobertura espectral. Es más, su único instrumento es de características más que similares a las del principal de Landsat 8. Pero Sentinel-2 es diferente: para empezar, orbita a mayor altitud (786 km. por los 705 de Landsat), cubre más terreno (290 km. por los 185 de Landsat), y ofrece mayor resolución (10, 20 y 60 metros en multiespectral, por los 15 en pancromático, 30 multiespectral y 100 en infrarrojo termal). Sin embargo, la mayor diferencia es su posicionamiento en órbita: uno solo retornaría al mismo lugar de la Tierra en 10 días, pero como ambos orbitan con una separación de 180º, el tiempo de retorno se reduce a apenas cinco días. Esta cualidad permite incrementar el volumen de datos generados acerca de fenómenos efímeros o situaciones de alarma, pero también es útil para vigilar cosechas, controlar la expansión urbana, y mantener un ojo sobre los problemas provocados por el cambio climático, y ninguno más visible como el retroceso de los glaciares. Esta constelación, desplegada entre los años 2015 y 2017, lleva trabajando desde entonces, sin problemas aparentes. Duda: ¿acaso Landsat y Sentinel-2 compiten? En realidad, no. Ya antes del lanzamiento de la primera unidad Sentinel-2, tanto la NASA y el USGS (quien gestiona todo lo relacionado con Landsat) por un lado, como la ESA y la Comisión Europea por el otro, entendieron que ambos programas son complementarios entre sí, de modo que se firmaron acuerdos de cooperación, hasta el punto en que los primeros pueden recoger, procesar y distribuir datos de Sentinel-2, y los segundos pueden hacer lo propio con los de Landsat. Es casi como tener dos constelaciones en distintos puntos, recogiendo información con sólo horas entre una adquisición y otra. Es una gran ventaja, y más cuando fue posible, para los Landsat, aumentar, ya casi desde el principio de la misión de Landsat 8, incrementar el número de escenas recopiladas. El plan previo al despegue preveía unas 400 al día, pero con el satélite ya en operaciones, el número de escenas se incrementó a más de 700. También se aplicó a Landsat 7, pasando de las 375 a más de 450. Otra duda: ¿qué ha aportado Landsat 8 al programa? No sólo ha doblado el número de escenas capturadas, procesadas y distribuidas desde que funciona, sino que su impacto se aplica a TODA la base de datos de Landsat, que son casi cincuenta años de datos, y millones de escenas, hasta tal punto, que con las imágenes adquiridas, ha sido posible reprocesar TODA la base de datos bajo un único estándar. Esto demuestra la potencia del último satélite.

No todo son fuegos artificiales, claro está. Si bien Landsat 8 está en buenas condiciones, han surgido problemas con uno de sus sensores, TIRS. Se aceptó cierto riesgo al lanzarlo, sí, pero ha demostrado un buen rendimiento. Eso sí, al poco de ser elevado, cuando capturó sus primeras secuencias, se vio que por el telescopio entraba luz solar no deseada, lo que reducía la calidad de las adquisiciones. Pero el mayor problema, sin embargo estaba en la avería de las electrónicas de un elemento denominado codificador del Espejo de Selección de Escenas, impidiendo saber al instrumento en la posición en la que está, lo que ha llevado a temporales apagados del sensor hasta resolver los problemas. Hay que recordar que se garantizó su funcionamiento para 3 años, y ya están muy atrás. A pesar de todo, Landsat 8 sigue al pie del cañón, y en unos días su gemelo le acompañará en órbita.


Landsat 9
despegará con una misión simple, la continuidad. Este era el mismo objetivo de su antecesor, tarea que ha cumplido con creces. ¿Aporta algo nuevo? No, en realidad. Entonces, ¿por qué se ha tardado tanto en lanzarlo? En eso ya no nos metemos. Pero sí tenemos que decir que su importancia es tal, que Landsat es ahora un recurso estratégico, por lo que tiene el apoyo de las más altas instituciones del estado. Su importancia, así, es capital.

Con el nuevo ejemplar se decidió que, si algo funciona, mejor no tocarlo. Así, Landsat 9 es, virtualmente, una copia de su antecesor. Comparte su forma y sus medidas y, claro está, el tipo de plataforma de satélite. Porque sí, usa la LEOStar-3, ahora propiedad de Northrop Grumman, en su variante plenamente redundante. Aunque sabemos poco de sus tripas, podemos suponer que poco ha cambiado, más que nada para estar a la última en


tecnología y mejorar, todavía más, sus capacidades. En este sentido, lo único que sabemos que cambia es su grabador de datos de estado sólido, con una capacidad superior, de 4 terabytes de capacidad. En cuanto a la instrumentación, también repiten. OLI-2, la Cámara Terrestre Operacional-2, es idéntica en casi todos los aspectos a su antecesora. Recordamos que su diseño es herencia del sistema ALI de Earth Observing-1, conservando muchas de sus características, como

su construcción, casi integral, en carburo de silicio, el uso de un telescopio de cuatro espejos y la operación en modo Pushbroom, haciéndole, casi innecesario, el uso de partes móviles, aunque las tiene, al contar con dos aperturas: la que observa la Tierra (y define su campo de visión de 185 km.) y la que observa el Sol para calibración. Con respecto a su antecesor, en cuanto a los conjuntos sensores (14 en total) tampoco hay cambios. Lo que sí ha variado en OLI-2 con respecto al anterior sistema está en tres áreas: el primero, un nuevo cableado entre el plano focal y las electrónicas, respondiendo a problemas de fragilidad; un aumento en la protección contra micrometeoritos y restos orbitales, introducidos entre las mantas termales; y el tercero, que descargará los datos a 14 bits en vez de a 12 bits de sistemas anteriores. Éste último puede parecer un cambio nimio, pero ayudará a mejorar, más si cabe la calidad de las escenas, y permitirá observar mejor las áreas más oscuras, como bosques o aguas costeras. Todo esto, observando la Tierra empleando sus nueve bandas espectrales continuamente, con resoluciones de entre 15 y 30 metros. TIRS-2, el Sensor de Infrarrojo Termal-2, también repite de Landsat 8, pero con medidas destinadas a

resolver los problemas encontrados en TIRS, así como para certificarlo como instrumento operativo, no experimental. Sigue empleando un telescopio refractor de cuatro elementos y sus sensores de pared cuántica (cobertura, 185 km., dos bandas espectrales en el infrarrojo termal, resolución 100 metros), pero ahora es más pesado, al contar con redundancia completa en todos sus sistemas (solo selectiva en TIRS), mejor protección termal, más calentadores, mayor cantidad de cables y conexiones, y recolocación del radiador. En cuanto a los problemas encontrados, cuenta con nuevas electrónicas (y resituadas) para el Espejo de Selección de Escenas, mientras que el telescopio ha recibido bafles adicionales, instalados tras la segunda lente y frente a la tercera. Todas estas medidas buscan mejorar un instrumento ya bastante bueno, y que permitirá seguir consiguiendo imágenes de infrarrojo termal, idóneas para seguir incendios activos, observar icebergs por la noche, o el estudio de los campos agrícolas, entre otras muchas aplicaciones. Con todo el combustible cargado, Landsat 9 declara un peso en báscula de 2864 kg.


También se repite el patrón en el lanzamiento. El nuevo será lanzado desde la base de Vandenberg, en California. El satélite estará dentro de la cofia de un lanzador Atlas-401, y cuando despegue, actualmente fijado para el próximo día 23, se situará en la órbita de costumbre: 705 km. de altitud, polar y sincrónica solar. Pero aquí llega un cambio fundamental: antes, los satélites orbitaban uno tras otro en la Constelación de la Mañana. Con la constelación disuelta (sobre todo, con la salida reciente de Terra) fue posible sacar de fase a los satélites, de modo que las órbitas están, ahora, descompensadas, lo que ha llevado a que el tiempo de retorno a un mismo lugar haya variado, de los 16 acostumbrados, a ocho. Es más, cuando Landsat 9 llegue a la órbita, sustituirá a Landsat 7 en su posición, de este modo continuando el servicio, mientras el viejo será usado para experimentos para incrementar la vida de los satélites ya en órbita.

Landsat es de vital importancia, y el objetivo del noveno satélite es, como ya hemos dicho, la continuidad de la base de datos. En un mundo en crisis como en el que estamos, con desastres en cada rincón del planeta, con científicos buscando resolver los misterios de la formación de la Tierra, y con el reto de comprender e intentar mitigar el cambio climático, se necesita más que nunca. Y los próximos Landsat, sin duda, serán todavía más innovadores y necesarios, si cabe.

jueves, 9 de septiembre de 2021

Nuestra mota de polvo

 Tal vez hayáis escuchado cosas como que el mundo es muy grande, y cosas por el estilo. Es cierto, porque cuando miras por tu ventana, poco más puedes ver. Ir de una punta del mundo a otra es dificil, y largo, pero aunque 12 horas pueden parecernos pocas, es bastante tiempo, aunque nada comparado con los tiempos antiguos, en los que el barco era el método más usado para cambiar de continente. Sí, nuestro planeta es grande, pero a la vez pequeño.

Por tamaño, con 12.756 km. de diámetro, es el mayor de los terrestres, pero sólo el quinto en total, por detrás de los gigantes de gas. ¿Ésto lo hace pequeño? Comparado con ellos, sí. Sin embargo, con la cantidad de satélites en órbita, la Tierra parece ser un lugar MUY grande, dificil de abarcar para muchos. Sé que no se puede contentar a todos, pero queremos mostraros cómo los satélites ven nuestro planeta.

Primeras vistas, Súper alta resolución:

El Coliseo de Roma, resolución 30 cm. Satélite Pléiades Neo 3 (Fuente: Airbus DS)

Mont St. Michel (Fuente: Airbus DS)

Mónaco (sin Gran Premio) Satélite Pléiades Resolución 50 cm. (Fuente: CNES, Airbus DS)

Paris, Notre-Dame tras el incendio (Fuente: CNES, Airbus DS)

Shanghai, distrito financiero abajo, el Bund y parte de las antiguas Concesiones internacionales arriba (el norte hacia la derecha de la imagen. (Fuente: CNES, Airbus DS)

Angkor Wat, Camboya (Fuente: CNES, Airbus DS)

Bora Bora, Polinesia Francesa (Fuente: CNES, Airbus DS)

Teotihuacán, México (Fuente: CNES, Airbus DS)

Cerro Paranal, Observatorio VLT del ESO, Chile (Fuente: CNES, Airbus DS)

Tombuctú, Mali (Fuente: CNES, Airbus DS)
Ahora, la muy alta resolución:

Mónaco, en época de Gran Premio, satelite Resurs-P Resolución 1 m. (Fuente: Roscosmos)

El histórico crucero protegido Aurora, atracado en San Petersburgo (Fuente: Roscosmos)

Uluru, Australia, Proba-1/HRC resolución 1 m. (Fuente: ESA)

El Bundestag (antiguo Reichstag) de Berlin. Resurs-P (Fuente: Roscosmos)

Dar es Salaam, Tanzania SPOT 6 resolución 1.5 metros. (Fuente: Airbus DS)

Isla de Antigua, SPOT 5, resolución 2.5 m. (Fuente. CNES, Airbus DS)

Hong Kong, China (Fuente. CNES, Airbus DS)

Meteor Crater, Arizona. Proba-1/HRC resolución 5 m. (Fuente: ESA)

Viena, Austria Proba-1/HRC resolución 5 m. (Fuente: ESA)

Base de investigación Concordia, Antártida. Proba-1/HRC resolución 5 m. (Fuente: ESA)

El puente Golden Gate, San Francisco, California. Proba-1/HRC resolución 5 m. (Fuente: ESA)

Fiji, satélite SPOT 7 Resolución 6 m. (Fuente: Airbus DS)

 Seguimos con la alta resolución:

Berlín, 1989, aún rodeada por el Muro SPOT 1 resolución 10 m. (Fuente. CNES, Airbus DS)

Estrecho de Gibraltar, Terra/ASTER resolución 15 m. (Fuente: NASA/METI/AIST/Japan Space Systems, and U.S./Japan ASTER Science Team)

Almería y los invernaderos (Fuente: NASA/METI/AIST/Japan Space Systems, and U.S./Japan ASTER Science Team)

Región oriental de la isla Kerguelen (Fuente: NASA/METI/AIST/Japan Space Systems, and U.S./Japan ASTER Science Team)

Central nuclear de Chernobyl, primera imagen post accidente, 1986. Satélite SPOT 1. Resolución 20 m. (Fuente. CNES, Airbus DS)

Presa de las Tres Gargantas, China. Proba-1/CHRIS Resolución 20 metros (Fuente: ESA)


Monte Santa Helena, Washington, USA. Proba-1/CHRIS Resolución 20 metros (Fuente: ESA)

Islas de Malta, Gozo y Comino. Sentinel-2B, resolución 20 m. (Fuente: ESA)

Glaciar Jungersen, Groenlandia. Sentinel-2A (Fuente: ESA)

Lago de Garda, Italia (Fuente: ESA)

Canal de Suez. Resurs-P resolución 24 m. (Fuente: Roscosmos)

Nueva Orleans, inundada por el huracán Katrina. EO-1/ALI, resolución 30 m. (Fuente: NASA)

Rabaul y sus volcanes (Fuente: NASA)

Anak Krakatoa, Indonesia (Fuente: NASA)

El Hierro, durante la erupción submarina (Fuente: NASA)

Fargo, Dakota del Norte (Fuente: USGS/NASA)

Isla Uummannaq, Groenlandia (Fuente: NASA. Imagen completa en el enlace, ancho 37 km.)

Delta del Ebro Landsat 8/OLI resolución 30 m. (Fuente: USGS/NASA)

Meteor Crater y sus alrededores, Arizona. (Fuente: USGS/NASA)

Lanzarote y La Graciosa (Fuente: USGS/NASA)

Atolón de Nikumaroro, abajo y a la derecha (Fuente: USGS/NASA)

Tahití. Landsat 7/ETM+ (Fuente: USGS/NASA)

Monte Santa Helena, Washington, agosto de 1979, antes de la explosión. Landsat 3/MSS resolución 60 m. (Fuente: USGS/NASA)

Llegamos a la resolución moderada, y vistas amplias:

Isla Severny, Rusia. Proba-V/Vegetation Resolución 100 m. (Fuente ESA/BELSPO)

Islas Galápagos (Fuente ESA/BELSPO)

Beijing (arriba a la izquierda) y Tianjin (a la derecha, el puerto) (Fuente ESA/BELSPO)

Ciudad del Cabo, Suráfrica (Fuente ESA/BELSPO)

Polvo sobre el Golfo Pérsico. Aqua/MODIS resolución 250 m. (Fuente: NASA)

Sur de Australia y Tasmania (Fuente: NASA)

Los Grandes Lagos. Terra/MODIS (Fuente: NASA)

Desembocadura del río Amazonas. Terra/MISR resolución 250 m. (Fuente: JPL/NASA)

Noreste de Europa bajo la nieve. Sentinel-3/OLCI resolución 300 m. (Fuente: ESA)

Islandia durante la erupción del volcán Eyjafjallajökull. Envisat/MERIS resolución 300 m. (Fuente: ESA)

Sur de Francia sin nubes (Fuente: ESA)

Vórtices von Karman al sur de las islas Canarias (Fuente: ESA)

Este de Norteamérica y parte del Mar Caribe. Suomi NPP/VIIRS resolución 375 m. (Fuente: NASA/NPP Team at the Space Science and Engineering Center, University of Wisconsin-Madison)

Península Arábiga y el Golfo Pérsico por la noche, en luna llena. Para la misma vista en otras fases, ver aquí. Suomi NPP/VIIRS (Banda Día/Noche) resolución 750 m. (Fuente NASA/NOAA)

África. Proba-V/Vegetation Resolución 1km. (Fuente ESA/BELSPO)

Y ahora, vistas geoestacionarias:

Primera imagen de Meteosat-1, diciembre de 1977 (Fuente: ESA)

Asia y el océano Índico, Electro-L (Fuente: Roscosmos)

América y el eclipse solar, 2 de julio del 2019, GOES 16 (GOES-East) (Fuente: NOAA/CIRA)

África, Europa y el océano Atlántico. MSG-2 (Fuente: EUMETSAT/ESA)

Sureste asiático, Australia y el océano Pacífico. Himawari-9 (Fuente: JMA Meteorological Satellite Center and the NOAA/NESDIS/STAR GOES-R Algorithm Working Group imaginery team)

El terminador sobre el continente americano. GOES 16 (GOES-East) (Fuente: NOAA/CIRA)

Noche sobre el océano Índico. Electro-L (Fuente: Roscosmos)

Y así, es cómo se ve la Tierra desde los satélites que la orbitan. Tal vez nos hayamos alargado un poco. Pero, ¿cómo ven las sondas espaciales nuestro planeta? Todo depende, también, de la distancia. Y esa distancia, inexorablemente, aumenta a medida que profundizamos en el sistema solar, sin importar la dirección que se tome. Por supuesto, hay sondas que regresan a casa, pero sólo a tomar impulso. Son los tiempos de las asistencias gravitatorias.

La India, Australia y la Antártida. Galileo/SSI. Distancia 2.5 millones de km. 11 de diciembre de 1990 (Fuente: NASA/JPL)

La Antártida y Australia. NEAR-Shoemaker/MSI. Distancia 260.000 km. 23 de enero de 1998 (Fuente: JHU/APL)

Suramérica, en visible (izquierda) e  infrarrojo (derecha). MESSENGER/MDIS. Distancia 103.000 km. 2 de agosto del 2005 (Fuente: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington)

Asia, el norte de África, parte de Europa y sus luces nocturnas. Rosetta/OSIRIS WAC. Distancia 80.000 km. 13 de noviembre del 2007. (Fuente: MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/RSSD/INTA/UPM/DAS/IDA)

Suramérica. Juno/JunoCam. Distancia 4000 km. 9 de octubre del 2013 (Fuente: NASA/JPL/Malin Space Science Systems)

Antártida y el océano Índico. Hayabusa2/ONC-T Distancia 340.000 km. 3 de diciembre del 2015. (Fuente: JAXA)

Océano Pacífico. OSIRIS-REx/OCAMS MapCam. Distancia 170.000 km. 22 de septiembre del 2017 (Fuente: NASA/Goddard/University of Arizona)

Océano Índico, la India y el cuerno de África. BepiColombo/MCAM-2. Distancia 26.700-12.800 km. 10 de abril del 2020 (Fuente: ESA)

Otras, las que menos, vieron la Tierra al poco de partir:

Mosaico de Mariner 10, horas después de su lanzamiento. (probablemente) 4 de noviembre de 1973. (Fuente. NASA)

La Tierra y la Luna. Voyager 1/ISS NAC. Distancia 11.66 millones de km. 18 de septiembre de 1977 (Fuente: NASA/JPL)

Vista en luz visible (izquierda) y en infrarrojo termal (derecha) Mars Odyssey/THEMIS. Distancia 3.6 millones de km. 19 de abril del 2001. (Fuente: NASA/JPL/Arizona State University)

La Tierra. Mars Express/HRSC Distancia 8 millones de km. 3 de julio del 2003 (Fuente: ESA/DLR/FU Berlin)

Sistema Tierra-Luna (imágenes a la izquierda, en infrarrojo; arriba a la derecha, ultravioleta; abajo a la derecha, luz visible) Venus Express/VMC Distancia 3.5 millones de km. 23 de noviembre del 2005 (Fuente: ESA/VMC Team)

¿Cómo se ve la Tierra desde la Luna? Así:

Lunar Orbiter 1, 23 de agosto de 1966 (Fuente: Lunar and Planetary Institute)

Kaguya/HDTV, 6 de noviembre del 2007 (Fuente: DARTS/ISAS/JAXA/NHK)

Desde la superficie lunar. Chang'e 3 24 de diciembre del 2013. (Fuente: CNSA/Chinese Academy of Sciences)

Océano Atlántico, África y América del sur. LRO/LROC NAC-WAC 12 de octubre del 2015 (Fuente: NASA/GSFC/Arizona State University)

También vemos la Tierra desde los puntos de Lagrange. Desde el L1, entre el Sol y la Tierra:

Australia, sureste asiático, Antártida. DSCOVR/EPIC  Distancia 1.5 millones de km. 16 de enero del 2016 (Fuente: NASA/GSFC)

África y Europa. Distancia 1.45 millones de km. 22 de mayo del 2017 (Fuente: NASA/GSFC)

Mar Caribe y Suramérica. Distancia 1.6 millones de km. 20 de julio del 2017 (Fuente: NASA/GSFC)

Océano Pacífico. Distancia 1.45 millones de km. 16 de noviembre del 2018 (Fuente: NASA/GSFC)

Sistema Tierra-Luna. Chang'e 5. Entre marzo y abril del 2021 (Fuente: CNSA/Chinese Academy of Sciences)

Y desde el L2, más allá de la Tierra:

Sistema Tierra-Luna. Queqiao. Distancia (aprox.) 1.5 millones de km. Enero del 2019 (Fuente: CNSA/Chinese Academy of Sciences/Zhejiang University/Sina Weibo)

Ahora, entramos en el meollo. ¿Qué aspecto tiene la Tierra desde el verdadero espacio profundo? Todo depende: desde dónde miremos, desde el ojo que observemos... El caso es que, cada vez, nos vamos haciendo más y más pequeños.

La Tierra y la Luna. MESSENGER/MDIS WAC. Distancia 183 millones de km. 6 de mayo del 2010. (Fuente: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington)

Sistema Tierra-Luna (en el planeta, se ven África y la península Arábiga) Deep Impact-EPOXI/HRI. Distancia 49.4 millones de km. 29 de mayo del 2008 (Fuente: NASA/JPL-Caltech/UMD/GSFC)

Retrato de "grupo" (la Tierra, la segunda a la derecha) Parker Solar Probe/WISPR. Distancia 158 millones de km. 7 de junio del 2020. (Fuente: NASA/Johns Hopkins APL/Naval Research Laboratory/Guillermo Stenborg and Brendan Gallagher)

Retrato de "grupo" (la Tierra, la tercera a la derecha) STEREO-Ahead/SECCHI HI. 7 de junio del 2020. (Fuente: NASA/Johns Hopkins APL/STEREO/HI/Yanping Guo)

Retrato de "grupo" (la Tierra, la segunda a la derecha) Solar Orbiter/SoloHI. Distancia 251 millones de km. 18 de noviembre del 2020 (Fuente: Solar Orbiter/SoloHI Team/ESA & NASA; U.S. Naval Research Laboratory)

Desde Mercurio:

Eclipse lunar, 8 de octubre del 2014. MESSENGER/MDIS NAC Distancia 107 millones de km. (Fuente: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington)

Desde Venus:

Akatsuki/IR2. 21 de octubre del 2016 (Fuente: JAXA/PLANET-C Project Team)

Desde Marte:

Mars Global Surveyor/MOC 8 de mayo del 2003 (Fuente: NASA/JPL/Malin Space Science Systems)

Mars Reconnaissance Orbiter/HiRISE Distancia 142 millones de km. 3 de octubre del 2007 (Fuente: NASA/JPL/University of Arizona)

Mars Reconnaissance Orbiter/HiRISE 20 de noviembre del 2016 (Fuente: NASA/JPL/University of Arizona)

Y desde Saturno:

Cassini/ISS WAC Distancia 1.44 billones de km. 19 de julio del 2013 (Fuente: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute)

Y desde más allá de Plutón:

El punto azul pálido. Voyager 1/ISS NAC Distancia 6.4 billones de km. 14 de febrero de 1990 (Fuente: NASA/JPL)

 

No esperéis imágenes de la Tierra desde otras estrellas. Primero, porque no hay. Y segundo, porque no se nos vería ni desde la estrella más cercana. Así, pues, nuestro planeta es grande, sí, pero también diminuto y frágil. Muchos se creen importantes, que nuestro planeta es imporante, pero, ¿sabéis? No es más que una pequeña mota de polvo en la inmensidad de nuestra Vía Láctea. Espero que esta entrada ayude a comprenderlo mejor.

Y si os habéis quedado con ganas de más, o echáis en falta algún otro lugar, siempre podéis echar un vistazo a algunas de las páginas de donde hemos buscado las imágenes:

https://www.intelligence-airbusds.com/satellite-image-gallery/

https://www.roscosmos.ru/24057/

https://earthobservatory.nasa.gov/

https://visibleearth.nasa.gov/

https://landsat.visibleearth.nasa.gov/ 

https://www.esa.int/ESA_Multimedia/Images

https://proba-v.vgt.vito.be/en

https://asterweb.jpl.nasa.gov/

https://misr.jpl.nasa.gov/

https://modis.gsfc.nasa.gov/

https://www.goes-r.gov/

https://photojournal.jpl.nasa.gov/

https://epic.gsfc.nasa.gov/