A Marte hemos enviado multitud de sondas, de las cuales casi la mitad de ellas o se perdieron por el camino, o pasaron de largo, o se estrellaron contra el planeta. Pero de las que llegaron, las más notorias han sido las de superficie. La más famosa es Mars Pathfinder, pero ella duró poco. Sin embargo, otras estuvieron en funcionamiento bastante más tiempo. El mayor ejemplo es el de Viking 1, que duró desde el 20 de julio de 1976 hasta casi finales de 1982. Hasta ahora ese es el récord de longevidad. Pero ahora mismo hay dos vehículos que pronto podrían llegar a desafiar esa extraordinaria marca. Los Rovers de exploración de Marte, o MER, despegaron en junio del año 2003, llegaron a Marte en enero del 2004, y desde entonces están recorriendo sus lugares de aterrizaje. Al igual que las sondas Viking, los MER fueron diseñados para funcionar con garantías durante 90 soles, o días marcianos, y mientras Viking 1 duró 6 años y medio, su gemela, la Viking 2 alcanzó los 1290 soles, tanto Spirit como Opportunity (Hoy mismo) han alcanzado los 2000 soles funcionando. Y el mayor mérito de los MER es que funcionan con energía solar, mientras que las Viking portaban generadores nucleares.
Spirit, en el cráter Gusev, aterrizó el 3 de enero del 2004, y desde que llegó ha
recorrido más de siete kilómetros, por un paraje completamente rebosante de rocas, como los anteriores sitios de aterrizaje, alcanzando varios accidentes interesantes: el cráter Boneville, los montes Columbia, que escaló, y una formación extraña en forma de placa llamada Home Plate. En todos esos sitios ha encontrado pistas de cómo se formó ese lugar, a medias entre los volcanes y un poco de agua. En la actualidad se encuentra medio enterrado en el talco marciano (la arena marciana es más fina que los polvos de talco, la partícula más pequeña que se sabe), a causa de una avería en una de sus seis ruedas, que le dificulta el movimiento, cuando se dirigía a un nuevo lugar que observar. Lo que importa es que sigue funcionando.
Opportunity, por Terra Meridiani, o como lo llamamos nosotros, las tierras de
Meridiani (Un páramo desolado, sin apenas rocas en toda la extensión que lleva recorrida), llegó a tan peculiar lugar el 24 de enero del 2004, acabando dentro de un pequeño cráter de la región llamado Eagle. Tras una exploración exhaustiva del diminuto cráter, ha recorrido nada menos que más de 17 kilómetros, alcanzando primero el cráter Endurance, en el que entró y estuvo 6 meses, y posteriormente al cráter Victoria, en el que también entró, y ahora se encuentra camino de otro cráter, mucho más grande que los anteriores, el Endeavour. Gracias a la investigación dentro de los tres cráteres, nos ha dado pruebas irrefutables de que esa zona estuvo en algún período de la historia marciana bajo las aguas. Mucho material formado al contacto con el agua ha hallado en todo su recorrido, abriendo nuevas perspectivas para la exploración del planeta rojo. En estos momentos vuelve a la ruta hacia el cráter Endeavour, tras echar un vistazo al segundo meteorito que ha encontrado en su recorrido. Pero ese cráter al que va está ahora mismo a unos 10 kilómetros, y probablemente no dure tanto. Ojalá me equivoque.
Estos todoterrenos son todo un triunfo de la ingeniería, ya que nadie pensaba que fueran tan longevos. En estos más de 5 años que llevan andando han sufrido varios problemas, algunos fallos tanto mecánicos como electrónicos, e incluso han sufrido una tormenta de polvo marciana, de la que sobrevivieron a duras penas, pero sobrevivieron. El crudo clima marciano podría jugarles una mala pasada en el futuro, pero se han probado que aguantan todo lo que el planeta les ha echado. Incluso han sobrevivido a otra sonda que llegó a Marte después que ellos: Phoenix, que aterrizó en el polo norte marciano en mayo del año pasado y funcionó 5 meses de manera exitosa. Nadie pensaba que la sobrevivieran, pero aquí siguen, y si continúan como hasta ahora, serán los MER, y no Viking 1, los que posean el récord de longevidad en funcionamiento sobre la superficie marciana. Y quién sabe, en el 2011 un nuevo todoterreno, más grande, más potente, más capaz, y con un generador nuclear, Curiosity, partirá hacia Marte, y quién sabe si un tal Spirit o un tal Opportunity siguen correteando por el planeta rojo. Tiempo al tiempo.
Desde luego los MER se merecen este calificativo. Y si siguen cumpliendo soles, nadie podrá quitárselo.
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