Phoenix, un tributo

lunes, 15 de junio de 2015

Misión al planeta Tierra: Sentinel-2A

Si miramos la lista de instrumentos de los tres grandes satélites medioambientales de la ESA, los dos ERS y Envisat, comprobamos que disponían de muchas capacidades. Altímetros radar, sensores de viento, espectrómetros para la atmósfera, y equipamiento de imágenes. La alta resolución desde estos satélites se conseguía con los sistemas de Radar de Apertura Sintética, mientras que disponían de cámaras que adquirían imágenes en las longitudes de onda visible e infrarrojo con una resolución moderada, no inferior a los 300 metros. Es más la agencia europea nunca ha tenido satélites dedicados a la adquisición de secuencias en esas longitudes de onda con una resolución alta, de hasta unos 10 metros. En esencia, no tenía vehículos de características similares a los Landsat de la NASA. Solo los satélites franceses SPOT disponen de capacidades muy parecidas. Con la aparición de la nueva generación de satélites medioambientales de la ESA, se ha visto como una necesidad la colocación de estos satélites en órbita terrestre.

Los satélites Sentinel han sido creados como una solicitud de la Unión Europea a la ESA para estudiar la Tierra y monitorizar el avance del cambio climático para tratar de prever sus consecuencias en el futuro e intentar revertirlo. Este programa, llamado Copernicus, imponía como necesidad un satélite de imágenes con un sensor de imágenes de alta resolución en distintas longitudes de onda en las gamas del visible e infrarrojo cercano para poder hacer estudios de vegetación, ayudar en desastres naturales o provocados por la actividad humana, etc. Los científicos europeos recurrían a las imágenes de Landsat o de SPOT (pagando por ellas previamente) para hacer sus investigaciones, y con estos nuevos satélites la necesidad de recurrir a las imágenes de estos programas se reduce significativamente.

Lo destacado del concepto Sentinel es en utilizar dos satélites idénticos en una misma órbita para con ello reducir el tiempo de regresar a una misma área. Este concepto sin duda resultará útil cuando se necesite ayuda en áreas de desastre.

Para los satélites Sentinel-2 (cuyo primer ejemplar está a punto de ser lanzado) se ha diseñado un bus de nuevo diseño especializado para ellos, aunque su constructora (la alemana Astrium GmbH) ofertará esta nueva plataforma para satélites dedicados a la observación de la Tierra. Para el desarrollo de este nuevo bus se ha contado con la experiencia de desarrollar satélites de observación terrestres como los ERS, Envisat, CryoSat, o el alemán TerraSAR-X. Una de las mayores ventajas de este bus (construido a base de aluminio y fibra de carbono de polímero reforzado) es que su construcción es modular, de manera que su construcción y pruebas pueden hacerse por separado, con ello reduciendo tiempo de desarrollo. Las medidas del satélite completo en configuración de lanzamiento son de 3.4 x 1.8 x 2.35 metros, y el único apéndice exterior desplegable es el panel solar que proporciona toda la electricidad al vehículo. Las unidades principales de funcionamiento han sido colocadas de tal forma que la disipación termal es óptima y mantiene con ello el centro de gravedad. Todas las funciones del satélite las controla el Ordenador de A Bordo (OBC), empleando un módulo de procesado Atmel ERC-32 para gestionar todos los parámetros de los distintos subsistemas, y para el almacenamiento de datos cuenta con un grabador de datos de estados sólido de 2.4 terabits. El sistema de comunicaciones está formado por tres sistemas. Para transmitir telemetría de ingeniería y recibir comandos está el sencillo sistema de banda-S unido a un par de antenas omnidireccionales, mientras que para la descarga de datos del grabador se le ha dotado de un transmisor de banda-X unido a una antena en forma de disco, colocada en la sección vertical, capaz de un ratio de transmisión de 560 megabits por segundo. Complementado a los sistemas de radiofrecuencia se ha dotado del OCP, el Equipo de Comunicaciones óptico, un sistema capaz de emitir y recibir información a través de transmisiones por láser usando como intermediarios los satélites de telecomunicaciones de órbita geoestacionaria como Alphasat. Se ha diseñado para estar estabilizado en sus tres ejes, empleando una unidad de medición inercial, tres escáneres estelares y un paquete de giróscopos de fibra óptica instalado en la parte superior del instrumento científico, cinco sensores solar y terrestres ordinarios, ruedas de reacción, magnetómetros y sistemas de descompensación magnética, propulsores y un par de receptores de GNSS (Sistema Global de Navegación para Satélites). La energía la proporciona un único panel solar de tres secciones equipado con células de alta eficiencia, alimentando los sistemas de a bordo y cargando baterías de ión-litio. El panel solar es móvil sobre un eje para permitir seguir al Sol a lo largo de la órbita. Para mantener la temperatura interna en los niveles aceptables, se ha recurrido a mantas multicapa, radiadores y calentadores eléctricos. El único instrumento se llama 
MSI, Instrumento MultiEspectral. Se trata de un sistema que se basa en el concepto Pushbroom por lo que no necesita partes móviles. Está formado por un telescopio de tres espejos tipo anastigmático que entrega la luz, vía un divisor de haz dicrótico, a los detectores del plano focal. Por un lado, están los detectores monolíticos para visible e infrarrojo cercano (VNIR) que se basan en tecnología CMOS (Semiconductor Complementario de Óxido Metálico), mientras que los de infrarrojo de onda corta (SWIR) se ha utilizado tecnología HgCdTe (mercurio-cadmio-telurio) hibridizado en un circuito de lectura tipo CMOS y refrigerados pasivamente. Lo notable del sistema es que tanto la estructura como la construcción de los espejos se han realizado en carburo de silicio, material ultraligero y enormemente resistente a la expansión y retracción termal. Su diseño bien recuerda al sistema ALI de Earth Observing-1 y al OLI de Landsat 8, aunque con un espejo menos. Es capaz de registrar 13 bandas espectrales, para imágenes a todo color, en blanco y negro y multiespectral, incluyendo tres bandas para corrección atmosférica. La resolución va de los 10 metros (imágenes a color e infrarrojo cercano) pasando por los 20 (infrarrojo cercano para estudios de vegetación e infrarrojo de onda corta para discriminación de hielo, nieve y nubes) hasta llegar a los 60 (eliminación de aerosoles, de vapor de agua y detección de nubes de cirros), y el instrumento se ha diseñado para tener un ancho de escaneo de 290 km., a diferencia de los 185 de los sistemas Landsat y los 120 de los SPOT. El instrumento pesa 290 kg., y el satélite a plena carga desplaza una masa de 1225 kg., por los poco más de 3.000 kg. del último Landsat.

Sentinel-2A tiene previsto su lanzamiento el 23 de junio a bordo de un lanzador ligero Vega desde el Centro Espacial de la Guayana Francesa en Kourou. Cuando el cohete cumpla su misión, el satélite utilizará su propulsión para situarse en una trayectoria casi polar, sincrónica solar, a 786 km. de altitud sobre la Tierra y cruzando el ecuador de norte a sur (nodo descendente) a las 10:30 de la mañana hora local. Esta órbita le permite cubrir las superficies emergidas de nuestro planeta de -56º a +83º de latitud. Pero para conseguir el objetivo de un regreso continuo a una misma área el segundo Sentinel 2 será lanzado en los próximos meses situándose en la misma órbita pero a 180º del primero, consiguiendo con ello regresar a una localización específica en 5 días, por los 16 del sistema Landsat o 26 de los SPOT. Esta órbita además permitirá hacer calibraciones conjuntas con

Landsat 8 gracias a la utilización de un sistema de imágenes de diseño similar y con bandas espectrales similares.

Una vez en órbita y tras comenzar su misión primaria, los objetivos de Sentinel-2 son ofrecer servicios para administración de riesgos (inundaciones, incendios forestales, hundimientos y corrimientos de tierra); uso de la superficie y estado y cambio de la cubierta superficial; monitorización de los bosques; sistemas de alarma temprana/seguridad de alimentos; administración del agua y protección del suelo; cartografía urbana; riesgos naturales; y cartografía terrestre para desarrollo y ayuda humanitaria. Como podéis ver, casi idéntico a los objetivos del programa Landsat.

El único satélite de la ESA con capacidad de alta resolución es el pequeño y veterano PROBA-1, lanzado en el año 2001, que ha probado ampliamente la importancia de disponer de un satélite multiespectral de alta resolución. Con los Sentinel 2 Europa será capaz de administrar sus recursos utilizando sus propios vehículos, además de incrementar las bases de datos para investigar el cambio climático y buscar soluciones a diversos problemas que preocupan al mundo. Importante, sin duda.

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