El 2021 se acaba, y toca resumir. Sí, la cosa ha ido lenta, seguimos
en el bichejo dando la matraca pero en fin… Y empezó con rendición, la de InSight y su Mole que, apenas ya bajo la
superficie, se negó a descender más. Pero en Marte ha sido época de llegadas:
el año pasado fueron tres lanzamientos, y este han sido cuatro llegadas.
Primero, se insertó en órbita Al-Amal,
luego le siguió Tianwen-1, para
terminar con la llegada de Perseverance
al cráter Jezero. Todo esto en febrero, porque en mayo alcanzó la superficie Zhurong, el rover que complementa a Tianwen-1, en Utopia Planitia. Huelga
decir que todas estas nuevas llegadas siguen con sus misiones, sin problemas.
Al menos, en algunos casos, que nosotros sepamos. E hito. Porque ya no basta
con orbitar Marte, posarse sobre el planeta, o rodar sobre su superficie. No.
Ahora, también surcamos sus poco densos cielos, gracias a ese
“juguete” llamado
Ingenuity que Perseverance llevó consigo. Ya son nada menos que dieciocho vuelos
en total, con unos treinta minutos de vuelo acumulado. Y las vistas… No son los únicos, porque el resto del
séquito marciano ha seguido operando. Podemos destacar a ExoMars TGO, que encuentra gases que hasta la fecha no habían aparecido, salvo metano, el vigésimo aniversario de Mars Odyssey en órbita, o el nuevo road-trip de Curiosity
por el cráter Gale, con vistas que quitan el hipo, cuatro taladrados
adicionales, y más ascensión. Pero se está dando un grave caso de “culo veo,
culo quiero”. Es curioso que, tras los dos últimos taladrados de Curiosity, cada vez Perseverance quisiera hacer los suyos, pero no uno, sino dos. Hasta
la fecha, el nuevo rover de la NASA lleva seis taladrados, y cinco muestras en
el buche. Parece mentira. Spirit y Opportunity se portaban como hermanos
bien avenidos, mientras que Curiosity
y Perseverance son más bien primos
envidiosos. Muchos son los puntos de atención este año. El Sol, por ejemplo,
gracias a sus
dos misiones más recientes. Así, mientras Parker Solar Probe ha cumplimentado cuatro perihelios más, cada vez
más cerca, Solar Orbiter ha arrancado
su misión. Eso no significa que su etapa de crucero haya sido tranquila, en lo
que sorpresas científicas se refiere. Y claro, está la primera vez que hemos
penetrado lo aparentemente impenetrable: la corona solar. Parker Solar Probe está ansiosa de repetir. Y Venus gana enteros
como centro de atención, con sobrevuelos varios, no sólo por las sondas
solares, sino por BepiColombo, que
aprovechó su visita a la Diosa de la Belleza para alcanzar al fin su destino,
Mercurio, aunque sólo para un sobrevuelo. En todos estos sobrevuelos, cosas
muy
interesantes, y lo peculiar es que las misiones europeas realizaron los suyos
con horas de diferencia. En la Luna, un ¡Uy!, con la casi colisión de LRO y Chandrayaan-2, y por fuera los asteroides siguen dando que hablar. OSIRIS-REx ya está en el camino de vuelta, una vez cumplida su misión, y para septiembre del 2023, su tesoro
estará con nosotros. El que los científicos sí pueden tocar es el entregado por
Hayabusa2, que está dando algún
detalle interesante de Ryugu. Por Júpiter, la Bella Dama del Espacio está en
modo misión extendida, lo que supone ciencia nueva, profundizar en lo ya dado,
como una vista tridimensional del planeta… y el retorno a los satélites
galileanos, empezando por una visita cercana y rapidísima a Ganímedes. Y desde
la porra, New Horizons se prepara
para nuevos retos, sigue sus observaciones del entorno que le rodea, y aún
tardará en darnos todo lo que obtuvo de Arrokoth. Y que sepáis que se está
buscando nuevo objeto que sobrevolar. Permaneced atentos. Sobre ciencia
telescópica, los trabajos siguen en todos los frentes: planetas extrasolares,
agujeros negros y estrellas
de neutrones, algún fenómeno insólito, y más
detalles sobre el agujero negro supermasivo de M87. Y el telescopio Hubble reclamando atención. Primero en
verano, con su ordenador de operaciones científicas, y después hace unas
semanas, con su software, ha dado un par de sustos. Quizás sea porque el que
debe ser su relevo estaba en vías de enviarse al espacio. En cuanto a lo
sucedido en la ISS, nuevo espacio vital (los módulos rusos Nauka y Prichal), nuevas
misiones de carga y tripulación, nuevos paneles solares, nuevos instrumentos… y
el cartel de: Silencio, se rueda. Porque a bordo de la sección rusa se ha
rodado la primera película grabada en el espacio exterior, como parte de un
proyecto educativo. Acompañados por un cosmonauta profesional, el director Klim
Shipenko y la actriz Julia Peresild, permanecieron a bordo unos diez
días o
así, cumpliendo su programa fijado, y retornando sin problemas. Es la vuelta
del turismo espacial. Ah, y no esperéis a Starliner, hasta por lo menos mayo
del año que viene. Y por si no fuera
poco, la puesta en órbita del primer elemento de la estación espacial china, Tianhe, ya con dos tripulaciones a sus
espaldas (por no mencionar el ser la primera tripulada que usa impulsión
iónica), y la primera misión tripulada cien por cien civil de la historia:
Inspiration4, que voló en septiembre en una nave Dragon de SpaceX, permaneciendo casi tres días en órbita. No sólo
es histórica por la misión en sí, también por enviar al espacio por primera vez
a una persona con prótesis. Por supuesto, no fue un vuelo de paseo. Y si el
comienzo de año lo dominó Marte, el fin de año ha sido para los lanzamientos.
Misiones tan esperadas como Lucy, DART o IXPE ya están en marcha, pero la que se ansiaba ver volar, la que
deseaban
que estuviese en el espacio… voló. Sí, el telescopio James Webb ya surca los cielos en busca
del punto L2, y el día de navidad. Todo un regalo que se auto desenvolverá,
porque le espera un proceso de despliegue al que le falta un lacito que
retirar. No esperéis imágenes de él en seis meses. Bueno, la lista de altas
está mencionada, sólo falta anunciar a Landsat9, que inició el festival. La de bajas… mirando, mirando, como no
mencionemos el desmontaje del módulo Pirs
de la ISS, no parece haber nada más que mencionar. Y lo que nos espera para el
2022: misiones a la Luna a cubos (Estados Unidos, Rusia, Japón, Corea del Sur,
la India, puede que Emiratos Árabes…), el envío de ExoMars 2022 de una vez, otras misiones a asteroides (Comandadas
por Psyche), y más Sol y Mercurio,
así como las sorpresas habituales. Y estaremos aquí para relatarlas.
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