En un campo de labranza cercano al río Volga una granjera y su hija iban paseando, cuando de repente vieron caer en paracaídas una extraña figura con un mono de color naranja y un casco blanco. Asustadas, se acercaron, y vieron que era una persona. Era Yuri Gagarin, que acababa de aterrizar de su única e histórica órbita a la Tierra de 108 minutos. Eran las 11:05 de la mañana del 12 de abril de 1961 en aquella región de la Unión Soviética, y sin saberlo acababan de presenciar un hecho histórico: Habían visto aterrizar al primer ser humano elevado al espacio.
Al iniciarse la carrera espacial tras los lanzamientos de los dos primeros Sputnik en octubre y noviembre (el segundo, con el primer ser vivo en ser elevado a la órbita, la perra Laika), la siguiente competición, junto con la de enviar las primeras sondas a la Luna, era la de enviar la primera persona al espacio. A tal efecto los americanos empezaron a preparar el programa Mercury, mientras que los soviéticos diseñaron las Vostok. Fue el equipo de diseño dirigido por el brillante Sergey Korolyov el que fabricó estos vehículos, y los empezaron a poner a prueba a lo largo de 1960, con suerte dispar.
Con gran secretismo se inició el programa, que incluía el entrenamiento de los candidatos, que eran militares procedentes de la aviación. Al final fueron tres los candidatos a volar en la nave, y uno el elegido: Yuri Alekseyevich Gagarin. Oficial de la aviación soviética, tenía 27 años, y procedía de una modesta familia de las cercanías de Smolensk. Fue seleccionado para volar al espacio en 1960, y su elección para volar a bordo de la Vostok no fue solo por su alto grado de entrenamiento. Gagarin tenía una estatura un tanto baja, lo que le hacía ideal para colocarlo en el reducido espacio de la cápsula de descenso de la primitiva astronave. Tras una última prueba con una cápsula idéntica, pero no tripulada, se decidió que el primer lanzamiento de una Vostok tripulada sería el 12 de abril de 1961.
Ese artefacto rudimentario llamado Vostok 1 era un vehículo del tipo Vostok 3KA, una versión modificada y mejorada del primer prototipo. El conjunto total desplazaba una masa de 4725 kg., incluyendo el piloto y el combustible. Estaba formado por dos partes: la cápsula de descenso, una esfera de 5 metros de alto, 2.3 de diámetro y un peso de 2460 kg., y el módulo de equipamiento, o módulo de servicio, una plataforma de 2270 kg. de peso en báscula, con un largo de 2.25 metros de largo y 2.43 de diámetro, e incorporaba los retrocohetes para regresar a la Tierra. En total eran algo más de 7 metros de alto el conjunto entero.
Fue utilizado para el lanzamiento una variante modificada del Zemyorka, unos metros más alto, y colocado en la ubicación nº 1 del cosmódromo de Tyuratam-Baikonur. Mientras, Gagarin y su suplente, Gherman Titov, estaban en una cabaña a unos 2 kilómetros de la rampa. Durante la espera, ambos cosmonautas recibieron las últimas instrucciones. Finalmente, Gagarin se preparó y fue llevado hacia la plataforma. Una curiosidad es que durante el trayecto, a Gagarin le entraron ganas de orinar, por lo que pidió a su conductor a que parase. Lo hizo, y el futuro héroe de la Unión Soviética se apeó del autobús que le transportaba para aliviarse. Como el vuelo fue un éxito (no estuvo exento de problemas) se tomó como ritual para desear buena suerte a las misiones tripuladas.
Como todo el mundo sabe, el vuelo fue un éxito (aún aterrizando a cientos de kilómetros del lugar designado), y Gagarin se convirtió en una celebridad tanto en la Unión Soviética como en el resto del mundo. En su patria muchos niños nacidos ese día recibieron por nombre Yuri. Los americanos, al saber este hecho, preparó a toda prisa una cápsula Mercury a toda prisa, la Freedom 7 tripulada por Alan B. Shepard, despegando 3 semanas después para un vuelo suborbital. Se volvió a criticar a la NASA porque los soviéticos se habían vuelto a adelantar. El primer americano que orbitó la Tierra en la cápsula Friendship 7 fue John Glenn, pero en febrero de 1962. En el intervalo, Titov voló en la segunda Vostok, lanzada el 7 de agosto del año 61, y fue la primera misión de algo más de un día de misión. Cuatro vehículos de la serie Vostok más fueron lanzados, y el último es destacable por ser el que puso en órbita a la primera mujer, Valentina Tereshkova. Luego dio paso al programa Voskhod, una Vostok más grande, preparada para dos cosmonautas, y en la segunda de las dos misiones realizadas se realizó el primer paseo espacial, protagonizado por Alexei Leonov.
A partir de esto, los programas tripulados aumentaron en escala. La NASA cerró el Mercury para dar paso a los Gemini, y éstas a las Apollo. Y en la URSS se cerró el Voskhod por el Soyuz. Ambos programas (el Apollo y el Soyuz) se prepararon para transportar al ser humano a la Luna. Y mientras las Apollo llevaron a los astronautas a Selene, los retrasos para desarrollar tanto la Soyuz como el gigantesco cohete N1 hicieron que los soviéticos, "rendidos" ante los americanos, volcaron sus esfuerzos en las largas estancias en órbita, a bordo de estaciones espaciales. Y con el paso de los años, ironías de la historia, los rusos y americanos han unido fuerzas para ir al espacio, y el máximo exponente es la ISS, sin olvidar el legado de la estación Mir. Y también destacar que astronautas americanos han viajado en las Soyuz rusas, y cosmonautas rusos han viajado a bordo de los transbordadores de la NASA. Todo esto fue iniciado aquel día 12 de abril de 1961, el primer día del siglo espacial.
Este año hace el 50, y todo son homenajes. Quzás el más notorio es que la Soyuz TMA-21, lanzada hace pocos días hacia la ISS desde la plataforma Gagarin (es decir, desde la misma de aquel día) también lleva el nombre del primer cosmonauta. Con este modesto artículo solo queremos sumarnos a los homenajes y celebraciones que habrá por todo el mundo. Fue una gran hazaña, y aunque los actuales lanzamientos parecen rutinarios, cada uno de ellos sigue siéndolo
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