Phoenix, un tributo

miércoles, 25 de mayo de 2011

Punto final

Su última transmisión la realizo el 22 de marzo del año pasado, con las ruedas del lado izquierdo enterradas en el suelo de la ubicación Troy, y con una gran capa de polvo marciano sobre sus paneles solares. Han sido seis años y tres meses de intensa y extensa investigación del cráter Gusev, y superó su esperanza de vida como poco 20 veces o más. Pero ya ha pasado un año y dos meses desde su última transmisión, y esta noche se ha decidio dejar de transmitir las órdenes de activación, y dejarle descansar para siempre. Su nombre, Spirit ya está entre los más grandes, y estará para siempre en los anales de la historia de la investigación marciana.

Su llegada a Marte, realizada el 3 de enero del 2004, se esperaba con espectación. El anterior intento, el de Mars Polar Lander en 1999, había terminado en fracaso. Su primera transmisión desde la superficie se recibió con alaridos de triunfo, que sonaron aún más fuertes cuando llegaron las primeras imágenes del nuevo panorama marciano. Spirit había llegado a su casa, y tardaría una semana en descender al suelo marciano y comenzar así su misión. Cuando por fin posó sus ruedas en la polvorienta superficie, apenas rodados unos metros, se perdió su transmisión. Una sobrecarga en la memoria flash (le enviaron demasiadas órdenes) le dejaron aturullado, al tiempo que su gemelo, Opportunity, alcanzaba la otra punta del planeta. Una vez resuelto el problema, comenzó a rodar por la superficie. Era un lugar rebosante de rocas, y realizó muchas paradas investigando las de formas más curiosas.

El primer accidente llamativo de la superficie que visitó fue el cráter Bonneville, un cráter de importantes dimensiones, en el que no llegó a entrar, solo recorrió parte del borde. Tras indagar en un par de rocas, le pusieron rumbo a unas elevaciones que distaban de Spirit en ese momento a 2'3 km. Tres meses después llegaba a los pies de esas elevaciones bautizadas como montes Columbia, en honor al transbordador incinerado en el 2003 cuando regresaba a casa. Entonces comenzó a sufrir los problemas que le lastrarían durante toda la misión. El motor de la rueda delantera derecha comenzó a fallar, provocando que la rueda no girara. Antes de eso, se tomó la decisión de que, ya que estaban allí, subiría a los montes Columbia, hasta alcanzar el punto más alto, la cima Husband. Tras innumerables peripecias e investigaciones (incluso la rueda fallona volvió a funcionar) la alcanzó, tardando un año y dos meses. Una vez allí realizó durante unos dos meses una campaña de observación nocturna, centrándose en contemplar los satélites, el clima nocturno marciano, e incluso en observaciones astronómicas. Luego le tocó bajar, y gracias a las imágenes orbitales de Mars Global Surveyor decidieron que investigara, tras bajar la cima Husband, el Home Plate, una formación casi circular, una placa muy brillante, y resultaba interesante el averiguar qué lo formaba.

Tras cuatro meses de descenso, llegó al Home Plate, lo subió y comenzó a investigarlo. Lo malo fue que nada más subirlo la rueda que fallaba se estropeó definitivamente, quedando inservible. Además, con el invierno marciano a punto de llegar, bajó el Home Plate para colocarse en una zona inclinada que llamaron McCool Hill, pero como era demasiado complicada para Spirit en las condiciones en las que se encontraba, se desvió hacia otra más cercana y más fácil, llamada por sus controladores Low Ridge Haven, lugar definitivo en el que pasó ese inverno marciano. Allí pasó 8 meses (desde abril hasta diciembre del 2006) entre investigaciones en el suelo, falta crónica de energía, y además allí cumplió los 1000 soles de funcionamiento. Cuando por fin tuvo energía de sobra bajó el Low Ridge Haven regresó al Home Plate para realizar las tareas ya previstas hacía meses. Una vez allí una tormenta de polvo se abatió sobre el planeta. Aunque Spirit no la sufrió tanto como Opportunity en Meridiani, prefirieron dejarle quieto, por si acaso.

Una vez superada la tormenta, estuvo varios meses revisando hasta lo más mínimo en la formación, pero el invierno volvía, y en diciembre del 2007 se dirigió a un nuevo lugar en el que pasar el nuevo invierno, esta vez en uno de los laterales del Home Plate, el llamado refugio invernal 3. Alli estuvo más de un año, entre niveles muy bajos de energía, y encima soportando una tormenta local de polvo, que la dejó peor de lo que lo estaba antes. Finalmente, en enero del 2009, comenzó a avanzar alrededor del Home Plate para dirigirse hacia los accidentes Von Braun y Goddard, y entonces...

...Y entonces, después de 5 meses moviéndose cautelósamente, por un terreno con mucha arena suelta, quedó atrapado. Todo intento para desatascarse utilizando los métodos utilizados con Opportunity lo enterraron aún más. Con el tiempo utilizaron un modelo de prueba en el JPL, simulando las condiciones en las que Spirit se encontraba. Después de esfuerzos desesperados veían que cada vez se enterraba más, luego llegaban imágenes desde la cámara microscópica en las que se mostraban como una roca rozaba en los bajos de la caja de electrónica... No se desanimaban, y durante el resto del año siguieron probando y probando para tratar de sacarlo de allí, pero al final, en enero del 2010, y a pesar de que casi estaba libre, decidieron dejarle en donde se habia quedado, debido a que otra rueda del lado derecho, la trasera, dejó de funcionar. Con una el movimiento era difícil, con dos, imposible. Por lo tanto, decidieron dejarlo como base estacionaria, pero antes, decidieron intentar colocarle para soportar de nuevo el invierno marciano. El nivel de energía era muy bajo, y la cantidad de talco marciano en los paneles era ya muy grande. Finalmente, el 22 de marzo, realizó su última transmisión, en el sol 2210 de funcionamiento en el planeta.

Se sospechaba que Spirit había entrado en una fase de hibernación debido a la falta de energía, todo para reservar la energía para los calentadores internos para la electrónica. Desde entonces se han estado enviando constántemente señales via Mars Odyssey y Mars Reconnaissance Orbiter para intentar que volviera a la actividad. Se esperaba que para otoño del 2010, y ya más cercanamente marzo de este año, cuando las condiciones de insolación mejoraban allí en el cráter Gusev, se podría recuperar y funcionar. No ha sido así, y no se puede seguir indefinidamente intentando recuperar al todoterreno. La causa posible de la defunción de Spirit puede haber sido el frío, ya que sin energía para los calentadores, las sensibles electrónicas se podrían haber dañado irreversiblemente. Otra de las razones del cese de los intentos de comunicación es que hay muchas sondas que controlar con la red de antenas de espacio profundo que tiene la NASA, y encima, el 25 de noviembre, cuando se lanzará Curiosity, agravaríamos el problema.

Estamos tristes, no podemos negarlo, pero ha sido una época apasionante. Jamás se esperaba que durara tanto tiempo, y desde luego la hoja de servicios de Spirit ha sido muy larga y provechosa: Pruebas de vulcanismo explosivo, rastros de acción del agua (encontró un lugar con un 90% de sílice), la observación de un eclipse de Fobos, etc. Nos ha traído grandes cosas, buenos momentos, y conocimientos fabulosos. La misión solo puede calificarse como un éxito gigantesco. A Spirit ya podemos clasificarle como el tercer vehículo más longevo en Marte, tras Opportunity (que sigue rodando hacia el cráter Endeavour en Meridiani) y Viking 1. Realmente de sobresaliente.

La NASA hoy ha preguntado: ¿Qué mensaje de despedida enviarías? Mi respuesta sería solo una palabra: Gracias.

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