Imagina que estás andando por la selva, llena de plantas, árboles inmensos, completamente rodeado de vegetación. De repente ves que hay un claro en la selva, llegas allí, sales a él y te encuentras... ¿un Ariane 5? No, no estás en una novela de ciencia-ficción, estamos hablando del puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa.
La elección de los lugares de lanzamiento de vez en cuando son arbitrarios (como la base rusa, ahora en Kazajstán, de Baikonur), pero otras veces es cuidadosamente seleccionado (como es el caso de Cabo Cañaveral, o Cabo Kennedy). Lo más importante en ese sentido es ahorrar la máxima cantidad de combustible, es decir, ser lo más eficiente lanzando los cohetes al espacio.
La historia de este lugar comienza cuando la agencia CNES (Centro Nacional de Estudios Espaciales) francesa buscaba un lugar desde el que lanzar sus cohetes, y aprovechando sus territorios de ultramar, vieron que en la Guayana Francesa había buenos y solitarios lugares en los que construir las instalaciones necesarias. Además, se necesitaba tener esas infraestructuras cerca del mar para así transportar tanto los cohetes como los vehículos a lanzar. Se seleccionó un paraje al este del pueblo de Kourou, antiguo penal en tiempos coloniales, y comenzaron las obras en 1964. Entró en estado operativo en 1968, siendo utilizada para lanzar tanto los cohetes de la CNES como los vehículos fabricados por la ELDO (Organización europea para el desarrollo de lanzadores). Cuando la ESA fue creada, las autoridades francesas acordaron ceder las instalaciones a la organización para lanzar desde allí sus misiones.
Cuando los primero cohetes Ariane estuvieron listos para su uso, en 1979, naturalmente se lanzaron desde esta base. Posee 3 áreas principales de lanzamientos, con los nombres de ELA 1, 2 y 3. La ELA 1, en servicio desde que las instalaciones entraron el servicio, fue diseñada para cohetes pequeños, desde la que se lanzaron el cohete Europa II del ELDO y las tres primeras variantes del Ariane. Cuando el ELDO quebró, y antes de la aparición de la ESA y sus Ariane, la plataforma fue demolida. Posteriormente, se construyó una nueva infraestructura para los nuevos cohetes, y fue usada desde 1979 hasta 1989, cuando el Ariane 3 fue retirado. La plataforma también fue demolida. Recientemente, con el desarrollo del nuevo cohete Vega se ha vuelto a construir una nueva plataforma, que se espera que este año se ponga de nuevo en funcionamiento, con el nuevo nombre de ELV.
Las ELA 2 y ELA 3 fueron diseñadas para lanzadores medios y pesados. La ELA 2 fue la plataforma usada para lanzar los efectivos Ariane 4, lanzados entre 1988 y el 2003. Ahora mismo está desactivada, y aún se encuentra allí en pie. Actualmente la única plataforma en servicio es la ELA 3, desde la que se lanza el potente Ariane 5, y lleva usándose desde 1996. El área del ELA 3 comprende 21 kilómetros cuadrados, incluyendo la plataforma, el edificio de ensamblaje, los caminos de transporte y otras infraestructuras. Desde allí se han lanzado muchos vehículos espaciales exitosos, tales como el telescopio XMM-Newton, la sonda Rosetta, el satélite de observacion terrestre Envisat, los dos primeros ATV hacia la ISS, y otros dos telescopios, el Herschel y el Planck, lanzados a la vez en un mismo lanzamiento. Además, también se espera que la misión mercuriana Bepi Colombo también se lance desde allí en un Ariane 5.
Son muchos los satélites, sobre todo de comunicaciones, que han sido elevados desde Kourou. Eso es porque es enormemente ventajoso lanzarlos tan cerca del ecuador. Debido a su situación a 500 km. al norte del ecuador, lanzar cohetes desde allí permite aprovechar mejor las trayectorias para situar satélites en órbita geoestacionaria (a 36.000 km. de altitud), además de proporcionar, cuando los lanzamientos son dirigidos hacia el este, de una velocidad adicional de al menos 1700 km/h más, permitiendo lanzamientos más rápidos y sobre todo económicos. Con esto se pueden lanzar satélites muy pesados con un consumo reducido de combustible, además de alargar la vida de los satélites colocados en órbita por conservar más combustible de control. Desde allí se han lanzado satélites de muchos países, gracias a esto. Por eso, los rusos, gracias a un acuerdo con la ESA, decidió tener su propio área allí.
Desde el principio de la era espacial, Francia y la URSS tuvieron lazos bastante estrechos, ya que muchos experimentos franceses acabaron montados en sondas soviéticas, así que no fue de extrañar que cuando el muro cayó en 1989 y la URSS se disolvió, la nueva agencia espacial rusa empezó a necesitar colaboraciones para poder sacar adelante sus proyectos. Con el tiempo, la ESA y la agencia rusa han llegado a firmar acuerdos de colaboraciones, en desarrollo de vehículos, misiones, utilización de instalaciones, e incluso dos célebres sondas europeas (Mars Express y Venus Express) fueron lanzadas a bordo de cohetes Soyuz-Fregat desde Baikonur. Además, se llegó a un acuerdo final: ya que los rusos estaban interesados en lanzar desde lugares competitivos, solicitaron tener su área de lanzamientos allí en Kourou.
A 10 kilómetros del lugar principal de lanzamientos, se empezó a construir el área ruso de lanzamientos. Preparada para lanzar cohetes Soyuz, es una réplica perfecta de las plataformas de Baikonur, con las debidas adaptaciones a las leyes de seguridad francesas. Incluye una novedad respecto a las plataformas rusas tradicionales, al añadir una torre de servicio móvil, que se colocará en la plataforma y desde ella se podrá acceder a cualquier parte del cohete, y que se retirará antes del lanzamiento (obviamente). Se llama ELS, y ha sufrido varios retrasos en su construcción. Estaba previsto que se terminara de construir en el 2007, pero varios problemas, sobre todo con la torre de servicio, han retrasado el proyecto. Ahora mismo las instalaciones están terminadas, y un primer cohete Soyuz ya se encuentra incluso en la plataforma, realizando muchas pruebas (rellenado de combustible, comunicación por tierra, etc.) y el lanzamiento está fijado para el mes de agosto o septiembre de este año. Los procedimientos y personal será enteramente ruso, pero, lo dicho, estarán sujetos a las leyes de seguridad francesas.
¿Por qué los rusos han elegido lanzar desde allí? Sencilla comparación: desde Baikonur (centro espacial que va a reducir su actividad en los próximos años) un cohete Soyuz es capaz de colocar en órbita de transferencia geoestacionaria (es decir, una órbita baja desde la que luego sube hasta una geoestacionaria mediante la última fase del cohete) una masa de 1'7 toneladas. Desde Kourou, utilizando el mismo tipo de cohete y la misma carga de combustible, la cifra se eleva a 2'8 toneladas. Evidentemente la ganancia en masa elevable es considerable.
Puede que las instalaciones sean modestas, pero ahora mismo están que se lo rifan. Más que lanzar desde las bases de lanzamientos americanas (del norte) y rusas, muchas naciones recurren a este apartado, pero realmente económico, lugar.
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