Se podría decir que ha sido una de las sondas más silenciosas, pero sin duda ha sido de las mejores jamás lanzadas. La sonda Ulysses, una sonda realizada a medias por la NASA y la Agencia Europea del Espacio, fue definitivamente apagada ayer, tras nada menos que 18 años de brillante servicio. Lanzada en 1990 desde el transbordador Discovery, primero puso rumbo hacia Júpiter, y una vez allí, abandonó el plano de la eclíptica a la que están sujetos todos los planetas, y se dirigió al Sol, para comenzar su misión de estudiar los polos solares. Y gracias a sus tres pasos por esa zona desconocida, hemos aprendido nuevas cosas sobre nuestra estrella.
Pero el Sol no se queda solo, ya que otra veterana, SOHO aún sigue examinando a Helios, y actualmente es nuestra voz de alarma por si emite una tormenta magnética que podría destrozar con muchos aparatos electrónicos. Además, está el dúo STEREO, que gracias a sus posiciones privilegiadas, que alcanzarán en dos años, podrán ver los dos lados de nuestra estrella.
Queda claro que el Sol es tan interesante como otros astros, y en el futuro, nuevas misiones están siendo construidas, para contemplar nuevos e intrigantes lugares de la "piedra ardiente más grande que el Peloponeso", como la llamó el griego Anaxágoras.
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