Si tras leer una entrada anterior de esta Crónica os entraron las dudas o la curiosidad de por qué la nueva dirección de la NASA ha deshechado el programa Constellation en favor de programas privados, os la daremos: En comparación con el programa tripulado lunar ahora cancelado, éstos están realmente adelantados. No solo están contemplados cohetes capaces de elevar pesadas cargas allí arriba, sino también, naturalmente con la debida certificación, transportar astronautas.
La empresa con el programa más adelantado es la SpaceX, ya con un cohete, aunque pequeño, bastante capaz. La apuesta es su Falcon 9, especialmente diseñado para transportar cápsulas, tanto de carga como para astronautas. El primer ejemplar ya está en Cabo Cañaveral, en pleno montaje final, y se espera que en dos meses pueda ser lanzado en el que sería el primer lanzamiento de este cohete. Por otra parte, en construcción está el primer ejemplar de su cápsula, Dragon, que su primera variante será solo para carga. Está previsto que, si el Falcon 9 tiene éxito, pueda ya volar este año, e incluso, abastecer a la ISS. Este vehículo, parecido en forma a las Apollo (un diseño sencillo) posee un módulo de propulsión y energía, acompañado del módulo de carga, que será reutilizable, ya que es capaz de regresar desde la órbita. Está previsto que se realicen tres vuelos, aún sin fecha definida: el primero sería para probar sus sistemas en la órbita, así como la reentrada del módulo de carga; luego habría un segundo en el que está previsto un acercamiento a la ISS, para probar su sustema de navegación, el envío de telemetría entre la estación y Dragon y viceversa, y otra vez el retorno a Tierra; y el tercero ya sería una misión de abastecimiento, a la vez que se probarían los sistemas de acoplamiento. Equipada con una exclusa capaz de acoplarse a cualquiera de los muelles libres de los módulos Harmony o Tranquility (en el primero es más probable), o incluso en el Unity, es capaz de transportar hasta 6 toneladas de carga, bastante por el estilo de las Progress rusas, aunque poco en comparación de los ATV europeos. La NASA ha contratado nueve vuelos de abastecimiento con este vehículo, cuando esté certificado para volar, y con la posibilidad de aumentarlos a doce. Además, al tiempo que se prepara para carga, esta fase ya terminada, se está preparando Dragon para transportar astronautas. Con un volumen habitable de 10 metros cúbicos, será capaz de transportar a siete astronautas. Obviamente, con ese espacio no habrá mucho sitio para esparcimiento, pero como no se espera que se hagan viajes excesivamente prolongados, es más que de sobra. Esta variante es esperada para no más tardar del 2014, tres años antes (si no hubieran surgido más problemas) que el primer vuelo del eliminado Orion, y además a un precio inferior que la compra de plazas en las Soyuz rusas. Es un comienzo.
Por otro lado hay otra empresa que también está preparando un cohete capaz de colocar cargas importantes en órbita, además de construir un vehículo de transporte de carga para la ISS. La empresa Orbital Sciences Corporation está preparando su cohete Taurus II, capaz de elevar 5 toneladas a órbita baja. Su primer vuelo se espera para el 2011, y es posible que se use para llevar cargas a la estación. Al tiempo están construyendo el COTS o servicio de transportes orbitales comerciables, o al menos una variante de prueba. Está siendo elaborado en las instalaciones de Alenia Espazio en Italia, encargada de finalizar los módulos Harmony y Tranquility de la estación, además de la construcción de varias sondas, como Venus Express. Este vehículo es una nave de demostración para posteriormente construir Cygnus, la variante definitiva de su vehículo de carga para la ISS. Algo menos capaz que el Dragon de SpaceX (podrá transportar hasta 2.700 kg.), aún así podrá dar un buen servicio a la estación. Entre otros sistemas, equipará el mismo sistema de aproximación que el vehículo de carga japonés HTV, que realizó su primer vuelo el año pasado, con un notable éxito, y que abasteció con elementos bastante importantes a la ISS. Se espera que, al igual que con el Taurus II, Cygnus esté listo en el 2011.
Está claro que si se ha elegido este camino no es por casualidad. Se tiene la infraestructura, los medios, y el dinero. Todo ese dinero que se ahorra la NASA en desarrollar vehículos de carga y pasaje lo podrá derivar a otros proyectos más importantes. Lo que hace falta es que alguien se arriesgue y consiga continuar el camino iniciado por los transbordadores de la NASA. Ese si debería ser el futuro. Tiempo al tiempo.
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