La cosa va de anillos. La sonda Cassini lleva muchos años por Saturno, y en este tiempo ha encontrado cosas interesantes sobre los anillos. En agosto el planeta cruzó el equinoccio, y la poderosa sonda, además de contemplar Saturno sin anillos, descubrió que éstos no son planos, sino que tienen piedras que sobresalen. Para entendernos, no son como una hoja de papel, ya que tienen resaltos, rocas más grandes, del tamaño de las montañas Rocosas de América del Norte. Ya se sabía que los anillos están formados millones de fragmentos de hielo y roca, pero no que sobresalieran del cinturón.
Pero esto no es nada en comparación con lo hallado recientemente por el telescopio Spitzer. Echando un vistazo al planeta con tan potente herramienta, utilizando el infrarrojo, ha aparecido un nuevo anillo, supermasivo, más o menos a la altura del satélite Febe, la más exterior de las grandes lunas saturnianas. Este gran anillo no es tan visible como los que rodean cercanamente al planeta, y es realmente misterioso el que solo se haya visto en infrarrojos. Y además, con un eje de 27º diferente al del planeta. Increíblemente raro.
Pero aquí no se acaba la cosa. Cassini no solo investiga Saturno, los anillos, y los satélites Encélado y Titán. Posee 60 o más, y cual más, cual menos, ha recibido una visita de este enorme vehículo. Y uno de esos satélites, el helado Rea, captó la atención de los científicos por los datos enviados por Cassini. Y el asunto es que en uno de sus últimos acercamientos a este satélite, gracias a uno de sus instrumentos, se detectó, tanto a un lado como al otro de la luna, una importante reducción de partículas radiactivas que usualmente rondan todos los satélites, protegiendo a la sonda de ellas. Y como además esa reducción en un lado y otro es simétrica, se anunció que Rea poseía anillos, o algo similar, pero solo se han detectado, no se han visto. La cosa quedó ahí, hasta que en un congreso reciente, una nueva imagen tomada en el rango ultravioleta de las cámaras de Cassini parece ser que se ha visto los restos de partículas de esos anillos que han impactado contra la superficie de la luna. Siguen sin aparecer, pero al estar sobre el ecuador, no puede ser otra cosa.
Por algo llamamos nosotros a Saturno el Muro de las Rarezas. Nunca sabes que sorpresa nos espera en la próxima órbita.
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