Ayer, con la gran pompa y fanfarria que caracteriza a la NASA, lanzó el prototipo del que podría ser la piedra angular para el regreso a la Luna. El Ares I-X, el primer ejemplar del cohete Ares I, es un demostrador que equipa casi todos los elementos que montaría el modelo de "serie", salvo la última fase y la cápsula Orion, con la que la NASA pretende alcanzar de nuevo nuestro satélite. El vuelo ha sido un éxito, a pesar de que ha alcanzado los 40 km. de altura, ya que debería haber alcanzado los 60. Ahora están recogiendo las piezas del cohete para analizar todo el proceso.
Este es el primer ingrediente de lo que se llamó la "Visión sobre la Exploración Espacial", o lo que es decir, la preparación de la NASA para regresar a la Luna, y usarla como trampolín para alcanzar Marte. Y entre los muchos programas adscritos a esta "Visión", producida por la anterior administración norteamericana, está el Constellation, que es el nombre que se le ha dado al programa tripulado. Y como tal programa, se diseñó el vehículo que nos llevaría a Selene. Es el antes mencionado Orion, que también comprende una sección de alunizaje llamada Altair. El planteamiento es el siguiente. La variante pesada del Ares I, el Ares V, con el Altair en su punta, se lanzaría hacia la Luna, en donde quedaría aparcado en la órbita de nuestro satélite. Entonces, el Ares I, con el Orion en su punta y con 4 (antes 6) astronautas, sería enviado al encuentro del Altair. Entonces se conectarían, y tres de los astronautas alunizarían, pasando dos semanas andando e investigando por la superficie lunar. Pasados esos días, regresarían a la Tierra.
Con cierto tufo al programa Apollo (es un auténtico calco), este programa se ha ido desarrollando con muchas zancadillas, a saber: problemas de desarrollo del cohete Ares I, imposibilidad de cumplir el estricto programa de preparación, el dato de que la NASA lleva sin desarrollar cápsulas desde los años 70... todo se ha ido acumulando. Además la NASA cuenta cada vez con menos presupuesto. Si tenemos en cuenta que todavía hay que terminar la Estación Espacial Internacional (ISS), que tiene un rígido calendario de lanzamientos hasta el 2010, pues el desarrollar dos programas a la vez es demasiado costoso.
El anterior director de la NASA, Michael Griffin, declaró abiertamente que el programa Apollo nunca se debió abandonar, y que tanto el transbordador como la ISS son errores muy graves. De lo que no se acordaba (o no quería acordarse) es que cuando se canceló el programa Apollo la NASA estaba casi arruinada, y por eso tuvo que cancelar las cuatro últimas misiones lunares. Estamos de acuerdo en que los transbordadores no han salido todo lo rentables que se preveían, pero desde luego es la senda que deberíamos seguir si queremos explorar más allá de la órbita terrestre. El volver a las cápsulas es un retraso, y es posible que se hayan dado cuenta.
Hace casi un año la Administración americana cambió de dirigentes, y los que llegaron han preparado un comité de expertos para analizar la situación actual de la NASA, llegando a conclusiones interesantes. Lo que destacamos de ese informe es que entre la jubilación de los transbordadores (prevista para el 2010) y el primer uso del Orion con astronautas es de cinco años, y es un retraso que no quieren asumir. También se pretende anular uno de los dos modelos del Ares, y centrar el lanzamiento de las cápsulas con variantes de cohetes actuales. Y también se planea retrasar la jubilación de las lanzaderas para el 2011. Por nuestra parte, sigue siendo insuficiente.
En mucha parte del texto hemos hablado en condicional, no todo es seguro. Ahora lo que contaremos no es más que pura utopía. Siguiendo el maltratado ejemplo de la ISS, es decir, que casi todas las agencias espaciales del mundo se hayan juntado para colocar en órbita el mayor ingenio jamás diseñado, si se quiere volver a la Luna, investigar Marte con gente, y alcanzar cada punta del sistema solar (e ir más allá, claro está) ese es un esfuerzo que debería ser MUNDIAL, es decir, que se juntaran todas las agencias espaciales del mundo (el de la ESA es un ejemplo a seguir), gestionado todo por las naciones unidas. Lo que queremos decir es que debería existir una agencia espacial mundial, en la que no haya intereses nacionales, sino que todas las partes se aúnen en tal esfuerzo. Un documental que vimos hace unos años hablaba sobre esto. Pero lo dicho: esto no es más que una utopía. Estaremos atentos a cualquier avance.
Está claro que aquí no es oro todo lo que reluce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario