La nebulosa Carina, desde el Hubble.
viernes, 23 de abril de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
La cultura de Marte (y II)
Tras el repaso de los medios de papel y radiofónicos en los que Marte fue protagonista (de una forma u otra), toca el medio visual. Con la aparición del cinematógrafo, se abrieron nuevas posibilidades de contar historias, y ya desde el principio las historias de ciencia-ficción empezaron a llamar la antención de los espectadores que acudían a las salas. Pero el planeta rojo llegó un poco tarde, aunque tuvo que ser la primera versión de cine de La Guerra de los Mundos la que realmente devolvió a Marte al primer plano de este tipo de historias.
Tras el éxito de la versión radiofónica en 1938, hasta 1953 no volvieron los marcianos con ganas de conquista, y esta vez ante las pantallas cinematográficas. Esta adaptación de la novela de H.G. Wells, como la representación de radio, era contemporánea con los días en los que se estrenó. Prácticamente cuenta con las mismas carácterísticas que la novela y el serial radiado: Los marcianos, rendidos de intentar salvar el planeta, recurren a invadir la Tierra a la fuerza para así poder sobrevivir. La verdad es que cualquiera que la vea ahora observará atónito a una brillante puesta en escena, un ritmo muy bien llevado, desde la curiosidad del principio, el miedo de la parte central, y la más absoluta desesperación al final. Además, hay una novedad: utilizan armas nucleares para intentar neutralizar las naves marcianas, aunque no les hacen ni cosquillas. Naturalmente esto no es más que un recurso para demostrar que la película está acorde con los tiempos en los que fue rodada. Pero mejor que todo eso es el diseño de las naves marcianas, e incluso de las propias criaturas, que se ganó el Oscar a los mejores efectos especiales. Son fabulosos teniendo en cuenta la época en la que se rodó.
Tuvimos que esperar hasta 1990 (tras un montón de películas de por medio) hasta que se volvió a tocar Marte desde cierta seriedad. Desafío Total (Total Recall) trata sobre un obrero que decide tomarse unas "vacaciones". Estas vacaciones consisten en implantar recurdos falsos, o mejor dicho, crear una especie de realidad virtual en el cerebro del que se va de "vacaciones". Y en esa realidad, el protagonista se convierte en algo parecido en un agente secreto, que tras una serie de persecuciones, tiene que acabar volando hacia Marte, para completar la misión que le han encomendado. Lo que realmente interesa de la película es que vemos por vez primera a Marte completamente colonizado, con ciudades, industria, e incluso con barrios bajos y una serie de gente apartada de la cosmopolita sociedad marciana, una gente que sufre toda clase de mutaciones, de las que desde aquí desconocemos los orígenes de estas alteraciones genéticas. En lo que vemos de esa colonización son ciudades abovedadas, con una serie de conductos excavados en el suelo para pasar de una zona a otra, con enormes pozos de ventilación. En cuanto a transportes, un tren presurizado que va por superficie recorre buena parte del planeta, en el caso que nos ocupa, del espaciopuerto hacia la ciudad. En resumen, se nos muestra una sociedad completamente asentada y estructurada, con una infraestructura consolidada. Es decir, el ejemplo de como podría ser una futura colonia.
En 1996, el fino humor de Tim Burton alcanzó Marte. Cogiendo la novela de H.G. Wells como inspiración, este estravagante director realizó con Mars Attacks! una versión humorística de la invasión marciana a la Tierra. Desconocemos si el concepto de que los marcianos se rinden de salvar su planeta está en la película, pero con tal de echarse unas risas, esto se olvida. Esta es una película en la que prácticamente medio Hollywood se metió, y el resultado es verdaderamente sorprendente. Lo que nos interesa en el diseño que se realizó a los marcianos. Parecidos en un primer golpe de vista con una mata de brécol, se nos muestra una forma humanoide, parecida a la nuestra, pero con notables diferencias. La primera es que su cerebro es más grande que el nuestro, que por cierto, no está protegido por un cráneo. La segunda es que respiran nitrógeno (algo realmente original). Y la tercera, naturalmente, el lenguage, una lengua que más parecen ladridos que otra cosa. Vistos de cara, es como si tuvieran parte del cráneo al descubierto, con el cerebro por fuera. Obviamente el principal objetivo de la película es entretener, y no hay buscar más donde no lo hay. Pero es graciosa, realmente graciosa.
Con el Boom de la exploración espacial iniciado por la Mars Pathfinder en 1997, dos películas se prepararon, para contar, desde sus puntos de vista, cómo sería la primera expedición tripulada al planeta rojo. Y en el año 2000 esas dos películas son estrenadas. Una de ellas es Misión a Marte (Mission to Mars), y se nos enseña que una primera expedición llega a Marte, se instala, empieza su misión, pero ocurre un desastre y todos menos uno mueren. Entonces se prepara, con el vehículo de la segunda expedición, una misión de rescate. Tras un año de viaje, al final encuentran al superviviente, pero tienen que resolver un misterio que envuelve el planeta. Dejando aparte el meollo de la película, lo que tenemos que analizar sobre ella son varias cosas. Lo primero: tenemos una estación espacial mundial, claro indicio que las agencias nacionales se han juntado en una, como también evidencian las tripulaciones de las naves a Marte, y además, la estación tiene gravedad, gracias a una rueda que recuerda mucho al diseño de la estación de 2001, una odisea de espacio. Lo segundo: Una nave perfectamente estructurada, con una primera sección para tripulación, con todas las comodidades esperables para un viaje tan largo, una segunda con los combustibles, la fuente de energía, y una tercera, con el motor. Lo tercero: las instalaciones de superficie, con una exclusa, un área de mando, otro habitable y un tercero para el cultivo de plantas, para consumo de la tripulación, y fuera un pequeño robot teledirigido para investigar las áreas circundantes, para acabar en un vehículo tripulado para ir a investigar las áreas seleccionadas que se encuentren a varios o muchos kilómetros de distancia. Y como cuarto elemento a analizar: el lugar de aterrizaje está situado en Cydonia, es decir, el lugar en Marte en el que se encuentran tanto la cara de Marte como las pirámides, y en este punto tenemos que decir que la NASA intentó prohibir que el asunto de la cara de Marte fuera la trama principal de la película (Hala, ya la hemos destrozado), pero el director se salió con la suya. En lo que nosotros destacamos de la película, es la historia del astronauta que se queda más de un año solo en Marte, el único ser vivo de todo un planeta. A saber qué cosas debieron ocurrirle. Y otra que se estrenó ese mismo año es Planeta Rojo (Red Planet), de peor resultado que la anteriormente mencionada, pero aún así con cosas interesantes. También es la primera expedición a Marte, que cuando está a punto de llegar sufre un accidente, y la mayor parte de la tripulación acaba descendiendo al planeta para buscar el módulo habitable enviado tiempo atrás, quedándose solo la comandante a bordo para salvar la nave. Al llegar a la superficie, y tras varias horas de travesía, llegan al módulo, y ven son sorpresa que está en ruinas. Lo que nos interesa de la película en este caso es la forma que tiene la cápsula para descender a la superficie marciana: Al estilo de la toma de tierra de la Mars Pathfinder, de Spirit y Opportunity, el módulo de descenso posee por toda su estructura una serie de enormes airbags, para así absorber la mayoría de velocidad del descenso, y así realizar un amartizaje "suave". Factible para los robots de superficie, no sabemos si sería posible para una cápsula para seis astronautas. Es algo que ahora mismo no sabemos.
Otras películas han tenido lugar en Marte, e incluso una versión moderna de La Guerra de los Mundos se ha realizado, pero nuestro escaso interés en algunas, nuestra imposibilidad para verlas en otras, nos impiden hacer más juicios sobre películas, pero no podemos abandonar esta sección sin mencionar las series de televisión. Dejando aparte la vieja serie de Mi marciano favorito (de la que se realizó una película posterior), y desde luego, y que nos perdonen, dentro de lo que hemos podido ver, el planeta rojo sigue presente como testigo mudo de historias. Es probable que entre las innumerables series de ciencia-ficción el planeta haya aparecido, en mayor o menor medida, pero solo vamos a hacer unas pocas referencias. Tras varias series, desde 1966, y con varias películas entre medias, Star Trek por fin visitó Marte. Tuvo que ser la tripulación de la Enterprise NX-01, y con el motivo de detener al lider de una organización xenófoba, que reclamaba que el planeta Tierra quedara libre de extraterrestres. Para ello llevaba su nave desde la Luna hasta el planeta rojo para tomar el control de un aparato para desviar cometas, con el objetivo de amenazar con atacar la Tierra si los extraterrestres no abandonaban el planeta. Más que la historia en sí, y la referencia a la misión de la Pathfinder, en lo que incidimos es que en el siglo XXII Marte está siendo terraformado, utilizando ese instrumento del que se apodera el malo de turno para desviar cometas para que impacten con el planeta. ¿Que qué es terraformar?: pues el asunto es que desde hace tiempo se habla de convertir Marte en un planeta capaz de recibir vida, y el asunto pasa por hacer "engordar" la atmósfera. Muchos sistemas se han teorizado, pero el visto en este episodio es desviar cometas para que impacten contra los casquetes polares, para que éstos suelten vapor de agua, oxígeno y otros gases, y así aumentar la atmósfera. Actualmente la atmósfera es extremadamente ténue, y todo pasa por poder generar una presión atmosférica parecida a la que tenemos aquí, o en su caso la equivalente con su gravedad. Lo que queremos decir es que en el siglo XXII la terraformación está lo suficientemente avanzada como para que los protagonistas solo tengan que usar respiradores portátiles y trajes para el frío. Nada de escafandras, trajes espaciales, ni nada de eso. Abrigos gordos, máscaras de oxígeno, y tirando. Una terraformación es un proceso lento y gradual, por lo que el estado de Marte es ya bastante avanzado. Y bueno, sin dejar Star Trek, todos los que nos manejamos en ese mundillo (supongo) sabemos que el USS Enterprise-D ha sido construido en los astilleros de Utopia Planitia, Marte. Detalles. Para acabar, Y no menos importante, haremos mención a una de las series clásicas de aventuras y ciencia-ficción más longevas, más importantes, y que se ha convertido en uno de los iconos ingleses del siglo XX y XXI: Doctor Who. En la ocasión que nos ocupa, el episodio The Waters of Mars, el Doctor, personaje extravagante donde los haya, visita Marte, en la mitad del siglo XXI, con la mala fortuna de que coincide con la primera expedición permanente, una expedición internacional, todo hay que decirlo, que acaba en desastre por causas desconocidas... Lo que destacamos, además del episodio (un episodio fabuloso), es la base en la que están los astronautas, una base completa, con todas las instalaciones necesarias: área de control, nave de evacuación, un jardín donde plantar especies comestibles, un área médica con instalaciones de aislamiento, zona habitable, almacén..., vamos, lo esencial. Otro punto a destacar es algo que ya sabemos nosotros, pero que explican muy bien: cuando el Doctor y la Comandande de la base van corriendo por los largos pasillos entre el área central y las otras zonas de la instalación, el Doctor pregunta que por qué no hay alguna moto, bicicleta, o similar, para recorrer esos pasillos, y la Comandante le responde que el añadir más peso hubiera supuesto cargar más combustible, por lo que saldría más caro, y tiene razón. Y como último punto, en el episodio se muestra que la estación está construida sobre una reserva de hielo que se encuentra bajo tierra, que ha sido excavado para llegar al hielo. Pero, personalmente, con lo que nos quedamos es con ver la TARDIS del Doctor en medio del desierto marciano. Ojalá podamos viajar a Marte tan "fácilmente" como lo hace el Doctor.
Somos conscientes de nos habremos dejado mucho por el camino, pero es lo que conocemos de primera mano. Cualquier sugerencia sobre otras series o películas que sucedan o tengan como argumento el planeta rojo será bien recibido. Pero una conclusión nos queda: O nos juntamos todos para llegar a Marte, o nunca llegaremos. Y no lo digo yo.
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