jueves, 30 de junio de 2022
martes, 14 de junio de 2022
Apophis, ¿asesino potencial?
El verdadero problema llegó al poco. La NASA posee un sistema automatizado de cálculos y vigilancia de asteroides llamado Sentry. Por ello, cuando Apophis entró en el sistema, inmediatamente marcó una fecha: el 13 de abril del 2029. Ese día, existía la posibilidad, Apophis podría colisionar con la Tierra. Otro sistema automatizado similar, el NEODyS, dirigido por las Universidades de Pisa y Valladolid, también señalaron esa misma fecha como peligrosa para la Tierra. Como consecuencia, se buscó observar este asteroide en cada oportunidad disponible.
¿Por qué se considera a Apophis tan peligroso? Por su órbita. Es de los pocos asteroides que cruzan la órbita terrestre, con un perihelio de 0.75 unidades astronómicas (casi 112 millones de km.) y un afelio de 1.099 unidades astronómicas (164 millones de km.), con un periodo orbital de 323.5 días, en una trayectoria inclinada 3.34º sobre la eclíptica. Como podéis ver, nos pilla demasiado cerca. Y el hecho que cruce nuestra trayectoria le hace especialmente peligroso.
En principio, a los pocos meses de su descubrimiento, los cálculos orbitales fijaban que el asteroide tenía una probabilidad de impacto contra la Tierra de 1 entre 37 para abril del 2029, es decir, el 2.7%. Esto significó que fuera calificado como asteroide de nivel cuatro en la Escala de Turín. Esta escala verifica el riesgo de impacto y los daños que podría producir, teniendo en cuenta su órbita, su tamaño y su masa, calificándose de uno a diez. Hasta la fecha, es el valor más alto alcanzado por esta tabla de medidas. Otra de las tablas de medición es la Escala Técnica de Riesgo de Impacto de Palermo. Similar, pero diferente (sigue una escala logarítmica), se basa en multitud de parámetros, siendo más técnica. Apophis alcanzó una escala de riesgo en la Escala de Palermo de 1.10, también el valor más alto dado nunca a un asteroide. Sin embargo, para el 27 de diciembre del 2004, el peligro había caído prácticamente a cero. Es más, también se miraba a un encuentro… digamos… problemático, para el 2036. Observaciones realizadas hasta el 2006 redujeron la probabilidad de impacto a 0 en la Escala de Turín, mientras que la de Palermo arrojó una cifra de -3.22. Entonces, ¿por qué seguimos dándole vueltas al tema?
Veréis, es cierto que se ha, prácticamente, descartado el riesgo futuro, pero sigue habiendo su incertidumbre. Y todos siguen con la vista puesta en el 13 de abril del 2029. Es cierto que casi cada día pasan asteroides cerca de nosotros, muchos por lo general fuera de la distancia Tierra-Luna. Hasta el propio Apophis lo hace con regularidad: por ejemplo, el 9 de enero del 2013 pasó a algo más de catorce millones de km. El hecho de que no hubiera observaciones entre los años 2015 y 2019 puso a la gente nerviosa. Normal, porque estaba fuera de nuestra vista, al otro lado del Sol. Eso sí, desde enero del 2020, se ha vuelto a observar. Y se han descartado posibles impactos para los años 2036, 2051, 2068 y 2106. Pero gracias a la observación continua desde enero del 2020, tenemos más datos sobre su órbita. Otra vez, pasó relativamente cerca el 6 de marzo
Ante un objeto con tanto potencial al desastre, ¿no pensamos mandar misiones? Bueno, la Sociedad Planetaria realizó, en el 2007, una suerte de concurso para solicitar ideas para mandar una misión a él, estudiarlo y entenderlo. La propuesta ganadora se llamó Foresight. Armada con una cámara multiespectral, un telémetro láser y una baliza de radio, lo estudiaría tanto desde la órbita como orbitando con él en formación y a distancia. Otra propuesta vencedora, procedente del mundo estudiantil, llamada Pharos, preveía una sonda más cargada, con cámara, espectrómetro de infrarrojo cercano, telémetro láser y magnetómetro, además de cuatro mini sondas, para un examen en profundidad. Años después, el Instituto Tecnológico de Massachusetts divulgó su propuesta en el 2017. Denominada Proyecto Apophis, o misión SET, de Evaluación y Tomografía Superficial. La sonda propuesta, lanzada desde un Falcon 9, contaría con impulsión iónica, y usaría cuatro instrumentos, tres de ellos conocidos: la cámara LORRI, el sistema dual Ralph, así como el espectrómetro TES, en configuración OTES de OSIRIS-REx, así como un cuarto denominado Tomógrafo de Radio Reflexión, o RRT. Una suerte de radar, para entendernos. Su misión, de larga duración. Pero nada. Hasta hubo una propuesta china. Pero nada.
Apophis, observado por Herschel en el 2013 |
Pero, de verdad… ¿nada de nada? Pues nada, nada, no. Porque, si no habéis estado atentos, os lo anunciamos: Apophis recibirá visita, después de todo. Siguiendo los pasos de misiones como Stardust y su misión NExT, o Deep Impact y su misión EPOXI, la misión de recogida de muestras del asteroide Bennu,
La verdadera persecución empezará días antes de alcanzar el asteroide. Se espera que las primeras imágenes que la sonda capture de Apophis las adquiera el 8 de abril del 2029, es decir, cinco días antes del encuentro del asteroide con nosotros, y con OSIRIS-REx y el asteroide separados por dos millones de km. De hecho, ambos se seguirán durante el encuentro entre la Tierra y el asteroide, con la sonda usando la gravedad terrestre como lanzadera para llegar hasta él, y usar después su propulsión, modestamente, para alcanzarlo. Así, lo atrapará ocho días después, el 21 de abril del 2029.
El equipo de la misión (para OSIRIS-APEX habrá cambio en la dirección, con la doctora Daniella DellaGiustina como investigadora principal) ha resuelto en replicar, en lo posible, el plan ideado para el estudio de Bennu, repitiendo fases como la de Estudio Preliminar, Estudio Detallado y la fase orbital B. Algo a lo que deberá adaptarse será al más alto albedo. Bennu, como asteroide carbonáceo tipo B, tenía uno más bajo. Apophis, como hemos visto, es más luminoso, lo que significará que, especialmente sus cámaras, tengan que usar tiempos de obturación más cortos a no ser que quieran tener imágenes saturadas. OSIRIS-REx usará prácticamente todas sus herramientas con el asteroide. Salvo SamCam del paquete de cámaras OCAMS,
Ya veis, al final visitaremos a Apophis, pero para eso tendremos que tener paciencia. Le hemos descartado como agresor, al menos de momento. Pero, ¿quién sabe qué más se oculta ahí fuera? Habrá que estar atentos.