Por si no se habían dado cuenta, este es el día en que celebramos el 50
aniversario de la llegada del ser humano a la Luna, cuando la nave Eagle de la misión Apollo 11 se posó en el polvoriento suelo del Mar de la
Tranquilidad. La Luna no ha cambiado prácticamente nada, pero aquí abajo mucho
lo ha hecho. A diferencia de anteriores aniversarios, este no solo es especial
por ser el que celebra el medio siglo, también por el renacido interés, y
prisa, por cierto, de retornar a Selene. De repente, todos se están volviendo
locos por alcanzar nuestro satélite, no solo con vehículos no tripulados,
también con gente y, como se recordará, tan pronto como el 2024, una fecha que,
a tenor de cómo van las cosas, es imposible que cumplir. Este año también marca
el décimo aniversario del orbitador más longevo en trabajar alrededor de
nuestro satélite. LRO sigue siendo la
punta de lanza de
la actual exploración selenita, que actualmente incluye dos
misiones de superficie chinas (una en hibernación, la otra en plena operación),
y un futuro repleto de misiones no tripuladas, la más inmediata será Chandrayaan-2, combinación de orbitador,
lander y rover, que debe alzar el vuelo dentro de dos días. Y por supuesto, los
planes de desembarcar con gente en la superficie lunar. Más allá de ese
programa loco de la NASA, el plan es instalar una estación en órbita cis-lunar,
la propuesta Gateway, y luego situar
otra en la propia superficie. Las diversas agencias están trabajando en formas
de fabricar esas instalaciones, a cada cual más extensa. Un esfuerzo que debería
ser de todos, y no de uno en exclusiva. En fin, que con esto del 50
aniversario, la gente parece haberse vuelto loca. De repente, surgen
documentales como setas, aparecen personas que, si no fuera por aquel evento,
no conoceríamos, y recurren las preguntas habituales cuando ocurre algo gordo:
¿dónde estabas aquel día? Y ¿qué estabas haciendo? Es indiscutible que fue un
instante monumental, y las misiones posteriores fueron más allá y
proporcionaron más ciencia que la que se obtuvo con esta que ahora recordamos,
pero sin ella, las demás lo hubieran tenido más difícil. ¿Cuándo regresaremos? Difícil
pronóstico, pero en el 2024, no. Pero se hará, y estaremos aquí para relatarlo.
Estación Gateway con la nave Orion acoplada - representación artística (Fuente: ESA) |
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